A principios del siglo XX, Henry Ford revolucionó la industria automotriz no solo con la implementación de la línea de montaje, sino también con una audaz reforma laboral. En 1914, Ford redujo la jornada laboral de nueve a ocho horas diarias y aumentó el salario mínimo a cinco dólares por día. Esta estrategia buscaba mejorar las condiciones de vida de sus empleados y, al mismo tiempo, convertirlos en potenciales consumidores de los automóviles que producían, demostrando que el bienestar laboral podía impulsar la economía.
Gemelos digitales
Hoy, más de un siglo después, expertos sugieren que estamos al borde de una transformación laboral similar, impulsada por la inteligencia artificial (IA) y los gemelos digitales. Estas tecnologías prometen automatizar tareas repetitivas y optimizar procesos, lo que podría reducir la jornada laboral a 25 horas semanales, equivalentes a una semana de 3,5 días.
Según Reid Hoffman, cofundador de LinkedIn, la IA permitirá a los trabajadores centrarse en actividades más estratégicas y creativas, mejorando la productividad y el equilibrio entre la vida laboral y personal. La adopción de la semana laboral de cuatro días ya ha mostrado resultados positivos en términos de productividad y satisfacción de los empleados. Empresas que han implementado esta modalidad han recurrido a la IA para automatizar procesos, lo que ha facilitado la transición.
Mejora la eficiencia operativa de las empresas
Este enfoque no solo beneficia a los trabajadores, sino que también mejora la eficiencia operativa de las empresas. Sin embargo, la reducción de la jornada laboral enfrenta desafíos y resistencias. Por ejemplo, en Italia, la propuesta de reducir las horas de trabajo ha sido recibida con escepticismo, considerándola inaplicable en el contexto actual. A pesar de ello, algunos líderes políticos defienden que liberar tiempo es crucial para mejorar la calidad del trabajo, la productividad y el equilibrio social.
En España, el Gobierno ha aprobado un anteproyecto para reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales sin reducción salarial, beneficiando a unos 12 millones de trabajadores. Además, se implementará un sistema de registro horario digital para garantizar el cumplimiento de la normativa y evitar horas extras no remuneradas.















