En pleno siglo XXI, cuando los debates sobre el cambio climático se multiplican y los desastres naturales golpean con intensidad creciente, resulta revelador mirar atrás y comprender que nuestra historia ha estado, desde sus inicios, profundamente marcada por un actor al que solemos ignorar: el clima. Francisco J. Jiménez Espejo y José Soto Chica nos ofrecen, en colaboración la editorial Desperta Ferro, El dios incomprendido. El desafío del clima en la historia de la humanidad, un recorrido fascinante que aplaude tanto la erudición como la ambición del proyecto.
La editorial española Desperta Ferro explica cómo civilizaciones enteras cayeron por el clima en un nuevo y ambicioso libro: El dios incomprendido
No es un libro cualquiera. La editorial, que ha presentado novelas como Una canción de mar o las también excelentes Tiberio Graco y Hasta que pueda matarte, se embarca en un manual divulgativo prácticamente excelente. El dios incomprendido, lejos de ser un libro que se limite a enumerar episodios de frío, sequías o inundaciones, establece un diálogo entre la paleoclimatología y la historia. Nos recuerda que los neandertales se enfrentaron a glaciaciones extremas, que los pastores del Sáhara verde debieron adaptarse a cambios radicales en su entorno, y que los egipcios tuvieron que lidiar con la imprevisibilidad del Nilo.
Incluso imperios como los visigodos y los bizantinos o los comanches frente a la llamada “pequeña edad del hielo” se vieron obligados a interpretar y adaptarse a un dios que nadie podía controlar ni prever. El libro no esquiva la complejidad: volcanes, corrientes marinas, insolación, variaciones del eje terrestre, deforestación y contaminación se presentan como un entramado de causas que explican la fragilidad o fortaleza de sociedades enteras. Y si bien este análisis histórico es fascinante, también funciona como advertencia para nuestro presente: los mismos desafíos que moldearon la historia siguen vigentes, y nuestra capacidad de adaptación determinará si sobrevivimos como civilización o si nos estrellamos contra los límites de nuestra propia imprudencia.
No obstante, a pesar de la erudición y el interés narrativo de El dios incomprendido, la obra también suscita una reflexión crítica sobre nuestra propia ceguera histórica. Surge la inevitable interrogante de por qué, a lo largo de los siglos, la historiografía convencional ha abordado el clima como un escenario en lugar de como un verdadero protagonista. La visión del libro pone de manifiesto que en numerosas ocasiones hemos exagerado la capacidad de acción humana y los enfrentamientos políticos, al tiempo que hemos minimizado las fuerzas naturales que influenciaron decisiones, logros y fracasos.
Este olvido del pasado tiene consecuencias: al colocar el clima en un segundo plano, hemos fomentado la creencia de tener un control total sobre nuestro entorno, desestimando que nuestra subsistencia depende de reconocer las limitaciones de la naturaleza. Jiménez Espejo y Soto Chica nos instan a reflexionar con modestia, recordándonos que la resistencia de civilizaciones enteras dependió, y sigue dependiendo, de un dios caprichoso, y que nuestra soberbia contemporánea respecto al cambio climático podría acarrear consecuencias históricas aún más graves que las de cualquier imperio que haya colapsado.
El mérito de Jiménez Espejo y Soto Chica no es solo académico: la obra es también un manual de sentido común aplicado, una llamada a reconocer que comprender el clima y sus lecciones es imprescindible para planear el futuro. Con un estilo accesible, bien documentado y crítico, el libro combina rigor científico y narrativa histórica para ofrecer una lectura absorbente y urgente. Estará disponible el próximo día 5 de noviembre en las librerías de toda España y, una vez más, creemos que es un libro imprescindible.
