Jeff Bezos no es precisamente el millonario favorito del público estadounidense, como confirma un estudio reciente. Su boda en Venecia, lejos de mejorar su imagen, enfadó a muchos italianos, que incluso amenazaron con boicots. Pero la polémica no termina ahí: ahora la atención se centra en la isla donde vive, un verdadero “búnker para millonarios” que comparte con otras grandes figuras.
Jeff Bezos y otros multimillonarios crean su oasis sin sistema de alcantarillado: 'Pretenden deshacerse de sus residuos tirándolos a los vecinos sin coste alguno'
Indian Creek, al norte de Miami, es una isla artificial que se ha convertido en el refugio exclusivo de Bezos, quien posee tres propiedades allí. No está solo: comparte vecindario con el exjugador de fútbol americano Tom Brady, y también con Ivanka Trump y Jared Kushner, la hija y el yerno del expresidente Donald Trump. Hasta Julio Iglesias tiene una residencia para desconectar en ese enclave de lujo.
Curiosamente, Bezos, dueño de un megayate de última generación, necesita conexión satelital para navegar, y ha optado por Starlink, el sistema de internet vía satélite de SpaceX. La comunidad es pequeña y muy exclusiva. La última parcela vendida alcanzó los 110 millones de dólares, y el acceso a la isla está muy controlado: un puente cerrado, cámaras y radares vigilan cualquier movimiento.
Pero aquí viene la sorpresa, como explican desde The New York Times: Indian Creek no tiene un sistema de saneamiento adecuado. Aunque algunas casas tienen hasta diez baños, no hay un sistema séptico eficiente. Eso genera problemas, ya que la contaminación en la Bahía Vizcaína viene siendo un problema desde hace años. La solución que encontraron fue polémica: transportar sus residuos al sistema de alcantarillado del pueblo vecino, Surfside, que también es acomodado, aunque menos exclusivo. Surfside pidió 10 millones de dólares para permitirles usar sus tuberías, alegando que es una contribución necesaria para mantener y mejorar su sistema, que arrastra una deuda de 30 millones.
Indian Creek calificó esto como “extorsión” y llevó el asunto al Capitolio de Florida buscando una alternativa más barata. Y parece que van a conseguirlo: solo falta que el gobernador Ron DeSantis firme una ley que les permita verter sus aguas residuales sin pagar a Surfside.
Esta situación ha causado revuelo, ya que refleja cómo los millonarios influyen cada vez más en decisiones políticas importantes. La norma que facilita esta maniobra está “escondida” dentro de un paquete legislativo sobre transporte, y obliga a Surfside a aceptar los residuos de Indian Creek. Mientras tanto, la era de los superricos parece un regreso a un feudalismo moderno, donde multimillonarios como Bezos construyen sus propios “castillos” y deciden las reglas, dejando al resto en un segundo plano.
