Que Guillermo del Toro vuelva al largometraje tres años después de su inolvidable Pinocho ya es, de por sí, una noticia que debería llenar de alegría a cualquier amante del cine contemporáneo. El cineasta mexicano es uno de los mejores realizadores de nuestros días, y su pasión por el cine de género siempre se materializa en grandes proyectos capaces de encandilar a las grandes audiencias.
Pero la emoción crece aún más cuando sabemos que Frankenstein, presentado en TUDUM —el macroevento global de Netflix, en el que hemos conocido más de Puñales por la espalda 3, la esperada Stranger Things y el live action de One Piece—, no es un proyecto cualquiera para el laureado cineasta, sino una verdadera obsesión gestada mucho antes de que siquiera tuviera una cámara en sus manos.
Frankenstein según Guillermo del Toro: así es el primer tráiler de la adaptación más esperada del año en Netflix
Del Toro lleva décadas rondando la leyenda de Mary Shelley, y se nota. Este primer tráiler de Frankenstein es un ejercicio visual de exquisita madurez y ambición que demuestra por qué el director no se ha conformado con homenajear las adaptaciones clásicas: aquí, Del Toro persigue su visión definitiva, una reinterpretación gótica, atmosférica y profundamente personal del mito.
En esta versión, Jacob Elordi toma el papel del monstruo, con un reparto de apoyo formado por Oscar Isaac, Mia Goth y Christoph Waltz, nombres que hablan por sí mismos de la calidad y el prestigio que Netflix busca garantizar con esta producción.
De hecho, Frankenstein aparece como una especie de promesa renovada para los cinéfilos. Después de polémicas y críticas a algunas producciones fallidas, este largometraje se perfila como la bandera del regreso a un cine más exigente y riguroso en la plataforma, dispuesto a competir en el terreno de los premios y, por qué no, aterrorizando de nuevo a la industria con una nueva mirada sobre un clásico.
Por ahora, sabemos que Frankenstein llegará a Netflix en noviembre, y aunque los detalles argumentales se mantienen en secreto, está claro que Del Toro ha leído y releído a Mary Shelley con devoción.
