La era dorada del streaming tal y como la conocíamos empieza a desdibujarse. Mientras Twitch sigue enfrentando una progresiva pérdida de atractivo entre los creadores —afectada por polémicas, cambios en sus condiciones y el ascenso de plataformas como Kick—, algunos de los nombres más potentes del panorama español comienzan a virar el timón.
Ibai Llanos y Auronplay, por ejemplo, han reducido notablemente sus horas de emisión en los últimos meses, priorizando otros proyectos y facetas de su vida. En esa misma línea se sitúa El Xokas, quien ya no oculta que Twitch ha dejado de ser su actividad principal. Como ha demostrado Celia Reinah, YouTube es el nuevo destino.
Fin de una era: El Xokas confiesa que ya no vive de Twitch y confirma el cambio de tendencia
El propio creador gallego, conocido por su intensidad en directo y sus discursos sin filtro, ha sido claro con su comunidad: “Muchas gracias a todos los que estáis suscritos. Ya os dije que no iba a hacer tanto directo. No he engañado a nadie. Os dije que 2025 iba a ser un año de transición en el que iba a hacer menos directos y que iba a hacer directos cuando me apeteciese o cuando tuviera alguna cosa importante que jugar”, explicaba en uno de sus recientes streamings.
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“Le he metido 400 horas en dos meses al WoW y me he tomado un mes y pico de descanso porque os he dicho que ya no vivo de los directos”. Lejos de ser una declaración aislada, los números refuerzan sus palabras. Según cifras de Movistar eSports, El Xokas solo realizó seis emisiones durante el mes de abril y nueve en los últimos treinta días laborables.
TwitchTracker también refleja este cambio de paradigma: el streamer acumula alrededor de 4000 suscriptores activos, pero ha emitido únicamente 25 horas en el último mes. Cifras muy alejadas de su ritmo habitual, especialmente si recordamos sus años de máxima actividad, donde sumaba decenas de horas semanales.
Esta bajada de ritmo no implica una retirada, pero sí un cambio de prioridades. Como tantos otros streamers veteranos, El Xokas parece haber entrado en una etapa más reflexiva y selectiva, en la que el directo ya no es el centro absoluto de su día a día. Y, aunque sus emisiones sigan generando ruido cada vez que aparece en cámara, el foco se desplaza ahora hacia otros proyectos personales, quizá menos públicos, pero no por ello menos ambiciosos.
