Lo que ha logrado Celia Reinah no es casualidad ni golpe de suerte: es un fenómeno digital con nombre propio. La creadora de contenido española acaba de adelantar en visualizaciones a MrBeast, una de las mayores potencias del entretenimiento online, en el ranking global de YouTube de los últimos 30 días.
Con nada menos que 3,4 billones de visualizaciones en el último mes, Celia escala hasta la posición número 11 del mundo, dos puestos por encima del mismísimo Jimmy Donaldson, y lo hace liderando con holgura la clasificación española. Un ascenso meteórico que, en apenas un año desde que lanzó su canal, la ha convertido en un caso sin precedentes en el ecosistema digital hispanohablante.
Una española desbanca a MrBeast: Celia Reinah lidera YouTube con 3,4 billones de views
Y esto es solo la punta del iceberg. Con 12,6 millones de suscriptores en YouTube, su presencia se expande como una ola imparable en otras redes sociales: 6,3 millones en TikTok y más de 605.000 seguidores en Instagram. Junto a su pareja, Cristóbal Guijorro, Celia ha creado un universo propio en el que el humor, la cercanía y una frescura desarmante han conectado con audiencias de todo el mundo. No hay filtros artificiales ni fórmulas prefabricadas: su contenido funciona porque transmite verdad, complicidad y una energía contagiosa.
Pero más allá de cifras, hay un dato que habla por sí solo: en España, Celia Reinah supera en visualizaciones la suma conjunta de titanes como Ibai Llanos, AuronPlay, The Grefg, Jordi Wild, Nil Ojeda o YosoyPlex. Una proeza que, en un entorno todavía marcado por una mayoría masculina, cobra aún más relevancia al tratarse de una mujer al frente del fenómeno.
@celiareinah Lo guapo que está
♬ original sound - fefe_burgos
Celia no solo rompe récords, también rompe moldes. Su éxito redefine las reglas del juego en la creación de contenido digital, y señala un cambio de paradigma que ya es imparable: el talento femenino no solo tiene voz, sino que también marca el ritmo de una industria global cada vez más diversa y abierta.
