La ofensiva china sobre Europa ya no es una posibilidad lejana. Es una realidad con nombre propio: JD.com. El coloso asiático del comercio electrónico ha ejecutado una jugada maestra al hacerse con el 57,1 % de Ceconomy, la matriz de MediaMarkt y Saturn, por unos 2500 millones de dólares. No se trata solo de una adquisición corporativa, sino de un movimiento estratégico de primer orden: JD.com no quiere ser solo el “Amazon chino”, quiere ser el nuevo titán del retail europeo.
JD.com conquista Europa: el gigante chino se adueña de MediaMarkt y lanza un órdago a Amazon en su propio terreno
La operación —cerrada a 4,60 euros por acción, un 23 % por encima del precio de mercado— no solo ha sido bien recibida por los inversores, sino que marca el inicio de una nueva etapa. La familia Kellerhals, accionista histórica y reticente a cualquier cambio de rumbo en el conglomerado alemán, mantendrá un 25,35 % del capital y actuará como socio estratégico. Un gesto de continuidad que da estabilidad a una transición que, en el fondo, busca una ruptura.
Porque JD.com no llega solo con dinero: llega con tecnología, con visión logística y con un modelo de negocio optimizado hasta la obsesión. Su red de más de 550 almacenes automatizados, gestionados por inteligencia artificial y alimentados por algoritmos predictivos, permite entregas ultra rápidas, minimiza errores y reduce costes. La ambición es clara: convertir MediaMarkt en el rostro europeo de su dominio global del retail, fusionando el músculo físico de sus más de 1000 tiendas con el cerebro digital de su plataforma.
En un continente donde Amazon reina sin tiendas físicas, JD.com ve una oportunidad de oro. MediaMarkt, con presencia en 11 países y más de 50.000 empleados, ofrece algo que Bezos nunca ha querido o sabido construir en Europa: contacto directo con el cliente, recogida en tienda, asesoramiento técnico y una marca con décadas de reconocimiento. JD.com no pretende copiar a Amazon. Pretende superarlo. Y hacerlo desde dentro.
Además, esta compra se produce en un contexto muy específico: mientras las tensiones comerciales entre China y EE. UU. alcanzan niveles críticos, Europa emerge como un destino preferente para las grandes tecnológicas chinas. Según datos de LSEG, la inversión china en el Viejo Continente se duplicó en 2024 hasta alcanzar los 8.450 millones de dólares, el mayor nivel desde 2021. JD.com lidera esta tendencia con un golpe sobre la mesa que reconfigura el mapa del comercio global.
El compromiso con la plantilla —tres años sin despidos—, la continuidad de la sede en Düsseldorf y el mantenimiento del equipo directivo son garantías que suenan bien, pero que esconden una evolución inevitable. La automatización no es una amenaza inmediata, pero sí un horizonte cercano. JD.com no es una empresa tradicional. Su modelo es el del futuro: menos empleados en almacenes, más ingenieros, más técnicos, más IA.
Y no solo es logística lo que está en juego. JD.com se asegura el acceso a millones de datos sobre hábitos de consumo europeos, un tesoro que le permitirá anticiparse a las tendencias, ajustar sus precios, personalizar ofertas y ofrecer entregas exprés en un mercado donde aún hay mucho margen de mejora. ¿El resultado? Una MediaMarkt más ágil, más barata, más rápida.
La adquisición, que espera el visto bueno regulatorio y podría completarse en la primera mitad de 2026, marca un giro de guion en el comercio mundial. China deja de ser la fábrica del mundo para convertirse, también, en su distribuidor. JD.com ya no solo vende. Ahora también manda. Y Europa es su nuevo tablero de juego.
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