El núcleo de la Tierra hace que los días sean más largo cada vez y una reciente investigación publicada en Nature Geoscience ha puesto en cuestión la solidez del mismo. Científicos de la Universidad del Sur de California (USC) han identificado cambios estructurales en esta región del planeta, sugiriendo que su superficie podría ser menos rígida de lo que se pensaba hasta ahora. El hallazgo, basado en el análisis de ondas sísmicas generadas por terremotos repetidos a lo largo de más de tres décadas, proporciona nuevos indicios sobre la dinámica interna del planeta y su interacción con el núcleo externo. ¿Cómo nos afecta?
El núcleo de la Tierra es menos sólido de lo que imaginábamos… ¿qué significa esto para el planeta?
El equipo de la USC, liderado por el catedrático de Ciencias de la Tierra John Vidale, analizó datos de 121 terremotos registrados entre 1991 y 2024 en la región de las Islas Sandwich del Sur, en la Antártida. Estas ondas sísmicas, al atravesar el núcleo terrestre, revelaron propiedades inusuales que nunca antes se habían observado. En particular, los datos de estaciones receptoras ubicadas en Fairbanks (Alaska) y Yellowknife (Canadá) mostraron anomalías en las formas de onda que desconcertaron inicialmente a los investigadores.

"La primera vez que observé estos datos, me quedé perplejo", ha confesado Vidale. "No se trataba de una simple variación en las mediciones, sino de algo mucho más profundo. Con el refinamiento de nuestra técnica de resolución, quedó claro que estábamos ante la evidencia de que el núcleo interno no es completamente sólido", indicaba. Hasta ahora, la concepción generalizada era que el núcleo interno, compuesto principalmente de hierro y níquel, era una esfera sólida rodeada por un núcleo externo líquido.
Pero los nuevos datos sugieren que la superficie del núcleo interno podría estar experimentando una deformación viscosa, alterando su forma con el tiempo. Este fenómeno podría deberse a la interacción con el núcleo externo, una capa de metal fundido en constante movimiento, cuya turbulencia no se había considerado previamente capaz de modificar la estructura del núcleo interno en escalas de tiempo humanas. Este hallazgo es particularmente relevante en el contexto de la rotación del núcleo interno. Estudios previos ya habían sugerido que esta parte de la Tierra experimenta un ligero desacoplamiento en su rotación con respecto al manto y la corteza, afectando sutilmente la duración de los días.
Ahora, la evidencia sugiere que los cambios estructurales observados en el núcleo interno podrían estar relacionados con esta ralentización progresiva. Como es lógico, el descubrimiento abre nuevas líneas de investigación sobre la dinámica del núcleo terrestre y su papel en la generación del campo magnético del planeta. El núcleo externo, compuesto por metales en estado líquido, es responsable del fenómeno de la geodinamo, que mantiene el campo magnético terrestre. Comprender mejor la interacción entre el núcleo interno y el externo podría aportar información clave sobre la estabilidad a largo plazo de este escudo magnético, esencial para la vida en la Tierra.
"Estamos ante la posibilidad de descubrir dinámicas hasta ahora ocultas en las profundidades de la Tierra", ha concluido el investigador. "Cada nueva pieza de información nos acerca a comprender mejor los procesos que han dado forma a nuestro mundo y que seguirán evolucionando en el futuro", indicaba el científico. Este avance en la geofísica plantea interrogantes fundamentales: ¿cómo afectarán estos cambios a la evolución del núcleo terrestre en el futuro? ¿Podrían influir en la estabilidad del campo magnético terrestre? La comunidad científica seguirá investigando para desentrañar los secretos que se esconden a 4800 kilómetros bajo nuestros pies. De momento, nos quedamos con la ciencia ficción.