La trayectoria de El Señor de los Anillos: Los anillos de poder ha sido todo menos uniforme. La ambiciosa precuela de El Señor de los Anillos llegó a Prime Video en 2022 con un peso enorme sobre los hombros: Amazon había firmado un acuerdo millonario con los herederos de J. R. R. Tolkien, y las expectativas estaban por las nubes.
Cancelar Los Anillos de Poder costaría a Amazon una fortuna: los herederos de Tolkien exigirían una indemnización millonaria
Pero la serie no logró mantener intacta la ilusión de todos los fans. Las licencias creativas de los guionistas, decisiones narrativas cuestionadas y alguna que otra polémica hicieron que parte del público se fuera distanciando. La segunda temporada evidenció esa tendencia: según un informe de The Ankler, menos del 50 % de los espectadores completaron la primera entrega, y la pérdida de audiencia continuó en la siguiente.
Mientras tanto, otras series de fantasía comenzaron a brillar con mayor estabilidad. La rueda del tiempo, por ejemplo, vio crecer su popularidad gracias a una adaptación que mejoró visiblemente con el paso de las temporadas. Incluso Brandon Sanderson, responsable de concluir los libros, reconoció haberse sorprendido por los cambios en la serie y la dolorosa cancelación, a pesar de no ser un entusiasta del proyecto.
La cancelación de esta producción dejó claro que Prime Video no dudaba en tomar decisiones drásticas, lo que hizo que muchos mirasen con recelo el futuro de Los anillos de poder, aunque la serie ya estuviera renovada para una tercera temporada. El informe de The Ankler arroja luz sobre por qué la serie aún sobrevive pese a su irregular desempeño. La clave está en el contrato con The Tolkien Estate. A diferencia de otras producciones que pueden ser canceladas sin mayores repercusiones, este proyecto cuenta con cláusulas estrictas.
Amazon se comprometió a producir 50 episodios repartidos en cinco temporadas. Romper ese acuerdo antes de tiempo no es barato: la plataforma debería desembolsar 20 millones de dólares por cada temporada no realizada. Actualmente, eso significa una cifra aproximada de 60 millones, que se reduciría a 40 millones en 2026, cuando se estrene la tercera entrega, cuyo rodaje sigue activo en Reino Unido.
Con esta realidad económica, Prime Video parece haber encontrado la opción más sensata: continuar con Los anillos de poder, reduciendo costes respecto a la primera temporada, antes que asumir una compensación multimillonaria a los herederos de Tolkien. La pregunta que queda flotando es inevitable: ¿logrará la serie completar su épica prevista o su destino se decidirá por otras razones, lejos de la narrativa y más cerca del balance contable?
