En Punto Nemo, la nueva serie de Prime Video, el océano no solo actúa como escenario sino como espejo de los conflictos internos de sus protagonistas. Óscar Jaenada, con experiencia previa al timón en roles como Hernán Cortés o Cantinflas, da vida a Máximo, un capitán de la Armada española que, según explica, encarna una figura menos idealista de lo habitual: “Estamos con un capitán de la Armada Española… es más serio.
Es un tipo muy correcto, pero con poca aspiración. Un militar, de alguna manera, renegado”. El actor destaca el reto de interpretar a alguien que obedece por inercia, sin cuestionamientos: “Yo he luchado siempre contra eso desde que soy pequeño… cumplir órdenes porque sí me cuesta mucho”.
Alba Flores y todas las mujeres resilientes que ha interpretado
Alba Flores, por su parte, conecta su papel como Nazaret con el linaje de mujeres resistentes que ha interpretado, pero aporta una inflexión significativa: “Es el personaje que tiene las ideas más claras de todos los que he hecho nunca, pero también el más miedoso”. Flores compartió una experiencia física extrema durante el rodaje en aguas gallegas, que la llevó incluso a síntomas de hipotermia: “No es frío, es como malestar… entendí muchas cosas del personaje a través de eso, de la supervivencia real que atraviesa”.
Un rodaje extremo
El rodaje, en su caso, no fue solo una actuación, sino una inmersión (literal) en la crudeza del entorno. Maxi Iglesias encuentra en J, su personaje, una oportunidad para romper con ciertas etiquetas: “Nunca me hubiera catalogado como chico perfecto. Siempre he intentado que mis personajes tengan defectos visibles y otros descubribles”. Para él, Punto Nemo ha sido un parque de juegos —aunque gélido— donde reconectó con el cine que le marcó de niño: “Era una piscina de bolas… un lugar en el que jugar a lo que había visto de pequeño”.
Y aunque no se siente del todo cómodo con la ciencia ficción como actor, admite que ha disfrutado como espectador y que desearía una segunda temporada. La serie también toca fibras medioambientales, y Alba no esquiva la crudeza de la metáfora ecológica: “La isla de plástico existe. Me parece que ya estamos totalmente inmersos en una distopía… una pesadilla climática”. Para ella, el objetivo es claro: visibilizar el problema y soñar alternativas.
En este sentido, Punto Nemo no solo es un thriller en clave de ciencia ficción, sino una llamada de atención sobre el mundo que ya estamos habitando. Una enseñanza transversal entre los tres actores es la resiliencia, no solo como rasgo de sus personajes, sino como actitud ante las duras condiciones del rodaje. “Rodar en un barco o en el agua no es fácil para nadie”, recuerda Alba.
Maxi subraya que uno de los grandes aprendizajes ha sido la confianza en el equipo: “Me gustó ese paralelismo con el ejército… confiar plenamente en la persona que tienes al lado”. El compañerismo se convirtió en una herramienta de supervivencia emocional. Finalmente, Jaenada reflexiona sobre la libertad creativa de construir un personaje desde cero frente a las biografías que ha encarnado: “Tu caja de herramientas es distinta. Cuando no hay una referencia real puedes decidir cómo es ese ser humano en esas circunstancias extremas”.















