Maimouna Doucouré, directora de Cuties, afirma que las críticas contra los carteles e imágenes promocionales de su film en Netflix estaban más que justificadas. Hace unas semanas, la película que fue acusada de pedofilia tras la campaña de publicidad en la que se basó Netflix para promocionar el film, con imágenes sugerentes y provocativas de un grupo de menores. Sin embargo, Doucouré se ha quedado de piedra al comprobar que, el pasado enero durante el Sundance Film Festival no se habló en esos términos tan duros ni absolutos de su película.
Su directora entiende las quejas a la promoción pero su film cuenta algo más profundo
"Toda la controversia comenzó con ese arte y ese cartel... Creo que lo más importante es ver el film, y comprender que estamos en la misma lucha", remarcaba Doucouré en Variety sobre las críticas que se han hecho a la película de sexualizar el cuerpo de los menores. Cuties, que cuenta la historia de una niña de 11 años de Senegal en París, narra las aventuras de un grupo de menores que forman un conjunto de baile para escapar de su dura realidad y de las presiones de una familia disfuncional. Pese a que su directora anima a los espectadores a entender el mensaje, muchos otros han criticado que la cinta sigue teniendo coreografías obscenas y secuencias incómodas. Tras el estreno el pasado 9 de septiembre en Netflix, en Estados Unidos se hicieron campañas para borrarla del catálogo y muchos abonados amenazaron con darse de baja en el servicio. La petición en Change.org ha llegado a contar con 647.000 apoyos y un constante soporte por parte de políticos conservadores estadounidenses como el republicano Ted Cruz.
"Pensé que el film iba a ser aceptado. Lo estrené en un festival estadounidense como Sundance y allí había público de todo tipo. Es más, me reuní con los espectadores y aceptaron que estábamos hablando el mismo idioma sobre un problema global y universal. No se trata de la sociedad francesa, la hiper sexualización de los niños ocurre en todo el mundo a través de redes sociales, y eso está por todas partes", apuntaba la cineasta. "Es lo que quiero transmitir. Debemos proteger a nuestros menores. Hay un problema en los ojos de los espectadores, y quizás sea el momento de arreglarlo. Hay que crear debates, buscar soluciones y construir un futuro con educadores, políticos y cineastas", concluía.
