Terminator: Genisys iba a ser el comienzo de una nueva trilogía, todo un reinicio en forma de ambiciosa secuela para Terminator. Lanzada en 2015, e intentando borrar el recuerdo de Terminator: Salvation en 2009 con una fórmula más clásica con viajes en el tiempo y robots, la película intentó contentar a los aficionados a la serie clásica de James Cameron con un reparto encabezado por Arnold Schwarzenegger, Emilia Clarke, Jai Courtney y Jason Clarke. Sin embargo, Skydance vio cómo su idea fracasaba y la taquilla se resentía enormemente. Su guionista confirma el argumento que había diseñado para las secuelas, que iban a explorar el pasado, presente y futuro de Skynet (vía ScreenRant).
Dos secuelas y una serie de televisión
Pese a la promoción y el esfuerzo de los productores, la película tuvo un mal desempeño en la taquilla y recibió críticas bastante duras, muchas de ellas centradas en la falta de calidad del guion y el desempeño de Emilia Clarke. La dos secuelas, así como la serie de televisión planeada, se descartaron de inmediato. Según explica el productor y escritor Patrick Lussier, la secuela habría introducido otra línea de tiempo alternativa mientras explicaba los orígenes del personaje T-5000 de Matt Smith, se habría hecho hincapié en el nuevo John Connor, y habríamos sabido de la construcción de Skynet como inteligencia artificial.
Lussier, que ha comentado en The Production Meeting Podcast que la primera parte era en realidad una versión de Terminator 2: Judgment Day, la segunda y tercera parte habría sido más extravagantes, raras y mucho más ambiciosas. Los productores pronto tomaron otro camino, y Paramount y Skydance, diseñaron planes y películas que tampoco funcionaron, como la fallida Terminator: Dark Fate. Lo cierto es que, desde 2009, la saga Terminator lleva dando tumbos. T2 y Terminator: Rise of the Machines contaron una historia, y Salvation, que narraba los eventos del futuro postapocalíptico, sus propias historias en la guerra contra las máquinas. Genisys fue un fracaso por muchos motivos, pero sus ideas estaban claras y sus responsables pensaban continuar su argumento en una línea de tiempo particular, llena de viajes al pasado, androides y robots.
Cuando se estrenó Destino Oscuro, se consumó el fracaso. La película afrontó pérdidas de 100 millones de euros, y sus responsables, justificaron la derrota en la taquilla por la falta de interés del público.
