Russell Crowe no se calla ni se corta un pelo. El actor australiano ha estado charlando en una entrevista con Jimmy Fallon, de la que se hace eco THR, confirmando cómo va su carrera hacia dónde se dirige tras haber sido uno de los intérpretes más famosos de las últimas décadas. Hablando un poco de todo, ha confirmado que la obra maestra de Sir Ridley Scott, Gladiator, no era tan buena como parecía en un principio. La epopeya de Máximo Décimo Meridio tenía un libreto original tan malo, que ni los productores dejaron que Crowe echase un vistazo.
Un guion malo que fue cambiando durante el rodaje
"Lo de Gladiator fue una experiencia única porque el guion que tenían de base era muy malo... Era malísimo, la verdad", explicaba el actor. "El productor de la película no sabía que yo había podido procurarme un ejemplar del texto, pero lo que me dijo fue: ‘No quiero mandártelo porque sé que no me responderías. Pero deseo que conozcas a Ridley Scott. Y quiero que pienses en esto: estamos en el año 180 después de Cristo. Eres un general romano. Y te va a dirigir Ridley Scott'", comentaba. El protagonista de Master and Commander accedió a la entrevista, y confirma que, paso a paso, la situación del film cambió por completo. "Lo conocí, hablamos y conectamos al primer momento por completo", confirma con respecto a su primera vez con el director de Alien.
Es algo que ya nos había adelantado hace unos meses, pues desconocía el destino de su personaje, y muchas cosas que se vieron en ese primer borrador de calidad dudosa, fueron cambiando y modificándose con el paso de los meses durante la filmación. "Recuerdo que Ridley se me acercó y me comunicó: Mira, tal y como están desarrollándose las cosas en la historia, no veo cómo puedes llegar a salir vivo de esta. Tu personaje se debe al mero acto de venganza por su mujer y su hijo, y una vez que consigue eso, ¿qué le queda para él?'", explicaba sobre su funesto destino en Gladiator. Al mismo tiempo, cree que gracias al reparto y a las energías depositadas por todos en la película, la cosa salió tan bien que cuando terminó, sabía que había participado en una joya, una obra maestra que le cambiaría para siempre su carrera. "La energía colectiva del reparto era fantástica", concluía.
