Gladiator es una de las películas más conocidas y queridas de los últimos tiempos. El film de Ridley Scott lo cambió todo en el año 2000, ofreciéndonos una peplum moderna cuando el género había caído en desgracia en Hollywood. Protagonizada por el actor neozelandés Russell Crowe como Máximo, se ha convertido en un objeto de culto gracias a la historia de sacrificio que encarna este antiguo servidor de Roma transformado en gladiador por la traición de aquellos a los que servía. Sin embargo, como ha confesado Crowe a la revista Empire, el final de la historia no fue el mismo en el guion original que él leyó cuando aceptó el papel. Y claro, cuando Scott le anunció el final se quedó bastante impactado.
Sobre el final de Gladiador
"Recuerdo que Ridley se me acercó y me comunicó: Mira, tal y como están desarrollándose las cosas en la historia, no veo cómo puedes llegar a salir vivo de esta. Tu personaje se debe al mero acto de venganza por su mujer y su hijo, y una vez que consigue eso, ¿qué le queda para él?", recuerda el intérprete mientras rodaba algunas de sus secuencias. "Recuerdo que yo bromeaba con ese tema constantemente. 'Ya, tienes razón, ¿qué puede hacer Máximo después de consumar su venganza? ¿Montaría una puta pizzería en el Coliseo?'" añadía entre risas. No obstante, la historia de venganza de Máximo es lo que lo mantiene con vida durante todo el film.
"Lo único que desea es reencontrarse con su mujer más allá de la muerte y pedirle disculpas por no haber estado allí junto a ella. Eso es todo", matiza. Su interpretación, no obstante, le valió un Oscar al mejor actor protagonista. De esta manera se confirma lo que se había especulado y afirmado desde hace un tiempo, que Scott modificó el guion original escrito a seis manos por David Franzoni, John Logan y William Nicholson, introduciendo la idea del sacrificio del protagonista. "Así el personaje gana más. Digamos que el discurso de 'Mi nombre es Máximo...' que da antes de luchar era básicamente una nota de suicidio", añade. Gladiator, que tendrá una tardía secuela ambientada 30 años después de la original, sigue viviendo en el recuerdo de toda una legión de aficionados.
