La película Elysium, dirigida por Neil Blomkamp y protagonizada por Matt Damon, propone una inquietante visión del futuro: una sociedad dividida entre la opulencia intocable de una élite que habita en una estación espacial y la miseria desgarradora de quienes permanecen en un planeta Tierra devastado. Para dar vida a este contraste extremo, el equipo de producción eligió un escenario tan impactante como real: el Bordo de Xochiaca, en el municipio de Nezahualcóyotl, México.
Un escenario donde ficción y realidad convergen
El Bordo de Xochiaca, conocido por albergar el histórico vertedero Neza III, ofreció un telón de fondo natural para las escenas más crudas de la película. En este lugar, las montañas de basura y las comunidades que sobreviven recolectando desechos constituyen una realidad que supera cualquier guion cinematográfico. Tal como recoge Xataka, la producción apenas tuvo que intervenir en el entorno: los elementos del paisaje, las viviendas improvisadas y la vestimenta de los residentes reflejaban con una fidelidad estremecedora la precariedad que Blomkamp deseaba transmitir. Incluso los extras no requirieron maquillaje ni vestuario especial, según informes de La Jornada, porque sus vidas cotidianas ya encarnaban la distopía que la película buscaba retratar.
La crudeza del vertedero Neza III
En una de las secuencias más memorables de Elysium, los protagonistas se mueven por un vertedero a cielo abierto, donde los desechos forman un paisaje caótico que simboliza la decadencia de un mundo abandonado. Aunque pueda parecer una obra maestra del diseño de producción, esta escena es una representación fiel de la actividad diaria en el Bordo de Xochiaca. Neza III, que recibe unas 2.500 toneladas de basura al día, opera como un ecosistema de supervivencia extrema, donde los recolectores trabajan entre montones de desperdicios, expuestos a condiciones insalubres y sin garantías de seguridad. Las imágenes capturadas durante el rodaje fueron tan impactantes que, según se comenta, los efectos especiales apenas tuvieron que ser empleados para amplificar su impacto visual.
El vertedero Neza III, activo durante más de 50 años, tiene los días contados
El vertedero Neza III ha sido un pilar para cientos de familias durante más de medio siglo, pero su historia podría estar llegando a su fin. Las autoridades locales han anunciado planes para clausurarlo en los próximos dos años, con la intención de construir una moderna planta de procesamiento de residuos. Aunque este cambio promete beneficios medioambientales, plantea serias interrogantes sobre el futuro de las comunidades que dependen del vertedero para su sustento. Estas personas, cuya vida ya es una lucha constante, enfrentan la incertidumbre de ser desplazadas sin alternativas claras.
El Bordo de Xochiaca y sus alrededores no son desconocidos para el cine internacional. Además de Elysium, esta región ha servido como locación para películas como Sicario, que exploró problemáticas relacionadas con el narcotráfico. Neza se ha convertido, de alguna manera, en un símbolo cinematográfico de realidades complejas que muchas veces pasan desapercibidas. En el caso de esta cinta, la distopía futurista planteada en la trama no es más que un espejo que refleja las desigualdades del presente.
Ciencia ficción y denuncia social
Detrás de sus explosivas escenas de acción y su narrativa de alta tecnología, Elysium ofrece una poderosa crítica a la división social y la desigualdad. La elección del Bordo de Xochiaca como locación es más que una decisión estética; es una declaración política que pone de relieve cómo los mundos que imaginamos en la ciencia ficción no están tan lejos de las injusticias y dificultades que millones enfrentan a diario. Elysium no solo nos muestra un futuro distópico, sino que también nos obliga a confrontar cómo las decisiones del presente configuran ese porvenir.
