El actor Timothée Chalamet, el joven prodigio de Hollywood, ha revelado una faceta desconocida de sus primeros años en la industria. En una reciente entrevista con Zane Lowe, según recoge People, el actor admitió que, al comienzo de su trayectoria profesional, experimentó presiones para modificar su apariencia física. "Si hacía una audición para películas como El corredor del laberinto o Divergente, me decían: ‘No tienes el cuerpo adecuado’", rememoró el actor. Uno de sus representantes incluso le propuso aumentar su peso para tener más oportunidades en esos puestos. No obstante, esa experiencia no lo detuvo; en cambio, lo orientó hacia un estilo cinematográfico que resonaba intensamente con su perspectiva artística.
Demasiado diferente para la industria del cine
Esta búsqueda de su propia marca o su propio sello de identidad, lo condujo a identificarse con el emblemático Bob Dylan, de hecho, incluso lo interpretará en su futuro proyecto, A Complete Unknown. Similar a Chalamet en su etapa juvenil, Dylan también tuvo retos para adaptarse a una industria musical gobernada por estilos más lucrativos.
"Bob quería ser una estrella de rock and roll, pero encontró su camino en el folk. Yo, de la misma manera, encontré mi voz en películas más personales", reflexionó el actor. Esta similitud entre sus narrativas parece haber sido el factor crucial para que Chalamet estableciera una conexión tan profunda con el papel.
Se decantó pro proyectos pequeños y estos le hicieron acabar en 'Dune'
Chalamet aclaró que, en vez de seguir las normas o las reglas físicas de Hollywood, optó por escoger en proyectos más personales y significativos, tales como Call Me By Your Name, Lady Bird y Beautiful Boy. A pesar de su menor presupuesto, estos filmes le brindaron la oportunidad de descubrir su propio estilo y hallar la confianza que requería. "Estas películas me dieron la libertad de expresarme sin tratar de encajar en un molde predefinido", expresó. Esta elección no solo marcó su trayectoria profesional, sino que lo transformó en uno de los protagonistas más solicitados de su generación.
Para alistarse para su rol como Dylan en la película que se estrenará el 25 de diciembre, Chalamet no vaciló en empeños. Se dedicó cinco años a aprender a tocar la armónica y, en el marco de su inmersión como actor de método que es, visitó sitios icónicos de la vida del músico en Chicago y Madison, Wisconsin. No obstante, precisó que esta no representará de manera literal la vida de Dylan, sino más bien una interpretación personal. "EEsto es interpretativo, no es un relato exacto de los hechos", afirmó Chalamet, subrayando que el film intenta capturar la esencia del artista más que sus pormenores biográficos.