La industria del cine está en pleno cambio, un viraje total de las estrategias y el paradigma al que se estaba acogiendo. Lo hemos visto con la crisis de las salas de cine, con fracasos sonadísimos como el de Joker 2, y ahora, parece que el dinero no lo puede todo incluso en una industria tan competitiva como Hollywood.
¿Está ganando la batalla el cine frente al streaming?
Netflix ha perdido ante Warner por quedarse con Cumbres borrascosas de Margot Robbie y Jacob Elordi, dirigida por Emerald Fennell, según informa Variety. Pese a que la plataforma ofreció 150 millones de dólares, casi duplicando la oferta de Warner Bros., que fue solo de 80 millones, los productores optaron por esta última. ¿La razón? La promesa de un estreno amplio en cines y una campaña de marketing a gran escala, algo que Netflix no suele ofrecer. Este giro estratégico marca un hito, pues cada vez más cineastas y actores parecen priorizar el prestigio de la pantalla grande sobre la comodidad del streaming.
Para Netflix, acostumbrado a dominar las ofertas millonarias, la decisión fue un golpe que no se esperaba. De hecho, ni siquiera habrían quedado en segundo lugar, ya que Amazon habría ofrecido también un fuerte empuje en cines. Aunque la plataforma sigue siendo el gigante del streaming con la mayor base de suscriptores, los creadores empiezan a cuestionar la falta de ventanas de exhibición en cines y la “cursoria” relación de la plataforma con el estreno en pantalla grande.
Greta Gerwig está reconsiderando sus acuerdos con Netflix
La victoria de Warner Bros. en el caso de Cumbres borrascosas ha creado un efecto dominó, con cineastas como Greta Gerwig reconsiderando sus propios acuerdos con Netflix. Gerwig, quien firmó en 2020 para dirigir dos películas basadas en Las Crónicas de Narnia de C.S. Lewis para la plataforma, está ahora en conversaciones para lograr un estreno en Imax para su proyecto de 2026. Su éxito con Barbie, que recaudó 1.450 millones de dólares en taquilla, ha fortalecido su posición en la industria y le ha dado poder de negociación para exigir una experiencia cinematográfica completa para Narnia.
Este movimiento no es fácil de negociar, especialmente con grandes redes de cines como AMC y Regal, que no están dispuestas a promocionar una película que esté disponible en Netflix a la semana siguiente. La cuestión de las ventanas de exclusividad sigue siendo un tema que está en pleno debate y podría complicar los acuerdos entre Netflix e Imax, que han contratado al exejecutivo de contenido de Netflix, Jonathan Fischer, para ayudar a encontrar una solución. Sin embargo, el propio co-CEO de Netflix, Ted Sarandos, ha dejado claro que la plataforma no planea ceder demasiado en este aspecto, insistiendo en que lo que ofrecen es “la audiencia más grande del mundo”.
Netflix está en crisis
El dilema de Netflix va más allá de las ventanas de exhibición: la plataforma enfrenta una crisis de identidad, ya que el talento y los agentes ven en las estrategias de Warner Bros. un modelo más atractivo para cineastas que buscan impacto cultural y presencia teatral. Este desafío se ha intensificado con la reciente salida de Scott Stuber como jefe de cine y la llegada de Dan Lin, lo que ha dejado a la industria expectante ante posibles cambios en la política de Netflix. Sin embargo, hasta el momento, parece que las decisiones estratégicas del gigante del streaming seguirán en la misma línea. El caso de Wuthering Heights y el de Narnia representan un cambio en el equilibrio de poder en Hollywood. La pregunta es: si Netflix cede en estos casos, ¿cómo manejará las futuras demandas de otros cineastas?
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