Han pasado 24 años desde que Máximo Décimo Meridio se coronara en el coliseo en una de las mejores películas de Ridley Scott, Gladiator. Interpretado por Russell Crowe, se ganó la corona de laurel al igual que el propio filme, que ha sido adorado desde entonces. Más de dos décadas llevan los fans de la película pidiendo una secuela y ahora, en apenas 10 días, se hará realidad en todos los cines con el estreno de Gladiator 2. Scott nos lleva de vuelta al vasto imperio romano, pero con un nuevo héroe en el centro: Lucius, interpretado por Paul Mescal. Las primeras reacciones ya encumbren la película, lo que ha generado unas expectativas a la altura de la colosal producción.
El actor irlandés, conocido por su facilidad para interpretar personajes complejos, ha aceptado el desafío de protagonizar la cinta. En Vandal tuvimos la oportunidad de conversar con él y descubrir cómo ha sido lidiar con la presión de un personaje que debe convivir con el legado de Máximo.
Paul Mescal charla con Vandal y confirma que afrontó su papel como Lucius asumiendo que este tiene su propio destino al margen de Russell Crowe
Mencionar del legado de Gladiator es hablar de la sombra de Crowe y su icónica interpretación de Máximo. Mescal admite que al principio el peso era innegable. "Sí, creo que sientes que quieres mantener lo que Russell hizo tan brillante al principio, seguro", confiesa con franqueza. Sin embargo, no tardó en encontrar su propio camino dentro de la narrativa. "Estoy muy agradecido de que el director no me pidiera hacer lo mismo que se le pidió a Russell en la primera película". Esto le permitió construir a Lucius desde cero, no como un simple eco de Máximo, sino como un hombre con sus propios demonios y motivaciones. "Tú no puedes interpretar un legado, simplemente no puedes", añade. Y es que, para Mescal, el verdadero peso de una película se define con el tiempo, no con la intención.
El rodaje de Gladiator 2 no solo supuso un reto actoral, sino también físico. La producción se llevó a cabo bajo un sol abrasador, un hecho que Mescal recuerda como una de las pruebas más difíciles de su carrera. "Filmamos en pleno verano y, sinceramente, sentí que mi cuerpo iba a explotar", comenta con una sonrisa. La intensidad de las escenas en el Coliseo, que rememoran la brutalidad y majestuosidad de la Roma antigua, se sintió tan real que no había tiempo para el descanso. "Ridley quería filmar todo de inmediato, así que pasábamos gran parte del día echándonos hielo por la espalda y bebiendo tanta agua como fuera posible". La imagen de un actor empapado en sudor, luchando bajo la mirada decidida de Scott, es un reflejo de la devoción que todos en el set compartían por hacer justicia al legado de la película original.
Pero no todo fue sudor y épica. Para Mescal, asumir un papel protagónico en una película tan grande también supuso un viaje de descubrimiento personal. "La abordé de la misma manera en que lo haría con cualquier otro papel. Haces tu preparación con el guion, te preparas físicamente y desarrollas una relación con el director", explica, revelando un enfoque metódico pero muy personal. Si bien Gladiator 2 es una superproducción de alto calibre, el actor ve su trabajo como un proceso constante de aprendizaje, independientemente de la escala de la película; y esa humildad y determinación han sido clave para dar vida a un Lucius creíble y tridimensional.
Ridley Scott confió en Paul Mescal desde el principio
La relación con Scott, un maestro del cine épico, fue otro de los pilares que marcó el rodaje. "Ridley fue excelente conmigo", recuerda Mescal, y su voz se suaviza al hablar del director. "Desde el principio, sentí que confiaba en mí. No tuve que pasar tiempo ganándome su confianza, lo que permitió que empezáramos a trabajar de inmediato". Esa sinergia entre actor y director se tradujo en un set en el que la creatividad y la acción se entrelazaban sin interrupciones. Scott, conocido por su perfeccionismo, encontró en el actor un colaborador dispuesto a entregarse por completo, y eso fue fundamental para mantener la esencia de Gladiator viva, mientras se avanzaba hacia un nuevo capítulo.
Con Gladiator 2, Ridley Scott busca no solo revivir la gloria de la primera película, sino también explorar nuevos matices en una Roma aún más oscura y desafiante y con Paul Mescal a la cabeza, junto a otros actores como Denzel Washington, Pedro Pascal, Connie Nielsen, Joseph Quinn, Djimon Hounsou o Fred Hechinger, esta secuela promete ser tanto un homenaje como un nuevo legado en sí misma.