La rivalidad entre Coca-Cola y Pepsi, conocida como las "Cola Wars" o las Guerras de la Cola, ha sido una de las competencias comerciales más emblemáticas de la historia, y ha llevado a innovaciones y estrategias de marketing inusuales, incluyendo el desarrollo de bebidas transparentes. Esto influyó no solo a la industria de las bebidas, sino a todas en general, desde la electrónica hasta los videojuegos.
En los años 90, Pepsi lanzó Crystal Pepsi, una bebida sin color que se promocionaba como una opción más pura y saludable en comparación con las bebidas de cola tradicionales. Esta fue un intento de capitalizar la tendencia de los productos transparentes que se percibían como más naturales y menos procesados, tal y como recoge el canal Historia. La botella de Crystal Pepsi, hecha de plástico PET transparente, reflejaba esta estética de claridad y pureza, una desviación significativa de los envases tradicionales opacos utilizados hasta entonces.
Azucaradas y nada dietéticas
Coca-Cola respondió al lanzamiento de Crystal Pepsi con una estrategia astuta y calculada. En lugar de lanzar su propia versión de cola transparente, introdujeron Tab Clear, una versión clara de su bebida dietética Tab, y la Coca-Cola Clear. Esta maniobra estaba destinada a crear confusión en el mercado y diluir el impacto de Crystal Pepsi, al hacer que los consumidores asociaran las bebidas claras con productos dietéticos, lo cual no era el caso de Crystal Pepsi.
Aunque tanto Crystal Pepsi como Tab Clear eventualmente fracasaron en el mercado, estos movimientos estratégicos reflejan la intensa competencia entre las dos marcas y cómo esta rivalidad impulsó la innovación y el marketing en la industria de las bebidas. Estas campañas no solo afectaron el mercado de las bebidas, sino que también dejaron una marca en la cultura pop, poniendo de moda lo transparente.
Todo transparente, gracias
La moda de los accesorios y carcasas transparentes tuvo un notable auge en los años 90 y principios de los 2000, influyendo en diversos sectores de la tecnología y los juguetes. Este fenómeno se puede vincular a la percepción de modernidad y transparencia que ofrecían estos productos, reflejando una tendencia estética que priorizaba la claridad y la pureza visual.
Ejemplos emblemáticos incluyen la Game Boy Color y la serie iMac G3 de Apple, que presentaban carcasas de colores translúcidos que permitían ver el interior de los dispositivos, haciendo alusión a un diseño innovador y tecnológico. Esta moda no solo se limitó a dispositivos electrónicos, sino que también se extendió a juguetes como el Tamagotchi y diversos teléfonos fijos, creando una fascinación por lo que había dentro de estos productos.
El atractivo de los dispositivos transparentes también se vio reflejado en los accesorios y complementos de moda. Las carcasas transparentes se convirtieron en un accesorio popular. Además, productos como los relojes Swatch transparentes y las mochilas de PVC transparente también ganaron popularidad, destacando una estética futurista y minimalista. Este estilo no solo fue una moda pasajera, sino que estableció una base para el diseño de productos que continúa influenciando hasta la actualidad, ya que para todos los que vivimos esa época, ha vuelto y nos ha pillado con algo más de efectivo en la cartera.
