Parte del camino es el final, y 'Vikingos: Valhalla', la secuela de la 'Vikingos' de Michael Hirst estrenada en 2013, concluye con una tercera temporada trepidante que muestra el desenlace de la expansión vikinga por el mundo con un sinfín de batallas, combates sangrientos y dosis habituales de drama, romance y erotismo que conforman esta aventura histórica (con sus licencias) desde sus inicios. Los nórdicos se convirtieron en uno de los pilares más importantes de Netflix, pero toca poner el foco en otras producciones y eso siempre son malas noticias. Sin embargo, podemos asegurar que este cierre es más que satisfactorio y hace justicia a lo visto a lo largo de estos años en relación a la obra creada por Jeb Stuart con la también supervisión del mencionado Hirst. ¿Se trata realmente de un final épico y salvaje al más puro estilo vikingo?
Netflix dice adiós a su serie de vikingos más querida con una tercera temporada bien hilada y repleta de importantes diálogos y giros: 'Vikingos: Valhalla' se despide de forma muy digna
Netflix sorprendió bastante cuando a finales de 2023 confirmó que 'Vikingos: Valhalla', una de sus series más exitosas y exclusivas, tocaba a su final tras tan solo tres únicas temporadas, que además no han sido especialmente extensas en cuanto a episodios. La colosal producción de corte histórico ambientada a principios del siglo XI contó con un debut de 12 millones de espectadores, todo un hito para la gigante del streaming, pero a veces es mejor concluir dejando un buen sabor de boca que estirar del chicle hasta la saciedad para acabar siendo una decepción.
Esta tercera y última temporada nos reúne de nuevo con nuestros héroes y personajes favoritos, como Leif Ericksson, Freydis Eriksdotter o Harald Sigurdsson para proseguir con sus relatos, ya divididos por tierra y mar debido a las conquistas de Inglaterra y Constantinopla, y decir adiós de la forma más justa posible con nuevas y memorables secuencias y romances de última hora que lo ponen todo en peligro en el tiempo de descuento.
Aunque la globalidad de la temporada sí nos ha parecido correcta, se palpa en cierta medida que determinadas tramas se han resuelto sobre la marcha y como se ha podido, salvando los muebles para algunas y poniendo el foco sobre otras que son desde luego más atractivas para los espectadores. Se entiende esa decisión para que el cierre sea lo más apropiado y convincente posible, pero da la sensación de que unos pocos personajes han quedado descuidados. En cualquier caso, los nuevos episodios 'Vikingos: Valhalla' hacen justicia a la esencia de sus primeros compases combinando tanto drama y conflictos religiosos como contiendas bélicas y traiciones repletas de hemoglobina. Y lo mejor es que aun siendo la recta final, hay sorpresas de última hora y giros de guion inesperados acompañados por unos valores de producción que siguen siendo altísimos, con puestas de escena, vestuarios e inmersión histórica muy aplaudibles.
Como no podía ser de otra forma, la producción debía tener una serie de ases bajo la manga para poder dejar a los espectadores con la boca abierta en esta traca final, pero no esperábamos que algunos fueran tan atractivos y buenos. Bien es cierto que tanto 'Valhalla' como la 'Vikingos' original siempre se han compuesto por un seguido de maquinaciones, cuernos, engaños y complots, sin embargo estos últimos episodios han sabido aportar detonantes especialmente atractivos para bajar la persiana con estilo captando la atención del patio de butacas, manteniendo a su público con mil y una incógnitas hasta el minuto final. Puede que no sea la mejor temporada de todas ni tampoco la despedida que muchos esperan, porque aquí no hay batallas campales y gigantescas a lo 'Juego de Tronos' como sí vimos antaño. No obstante, Jeb Stuart ha demostrado tener la pericia y habilidad suficiente como para poder concluir una historia tan compleja de forma tan sencilla a la par que adictiva.