Figure AI y OpenAI ha dado un gran paso en el desarrollo de robots humanoides con Figure 01, un robot que supera al Tesla Bot en habilidades ya que es capaz de tener una conversación gracias a ChatGPT. Este avance destaca el potencial de integrar la inteligencia artificial en robots con fines generales, un proyecto que ha reunido a expertos de compañías líderes como Boston Dynamics y Tesla.
Brett Adcock, el emprendedor detrás de Figure, ha logrado en poco tiempo un progreso notable desde que la compañía salió del anonimato, mostrando al robot no solo caminando y realizando tareas autónomas, sino también comunicándose de manera efectiva, marcando un hito en la robótica humanizada.
Figure es capaz de identificar objetos en su entorno, saber lo que son (color y para qué sirven), diferenciar entre comida y basura e incluso atender a peticiones humanas. También recoge las cosas de encima de la mesa (ya hace más que muchos adolescentes) y hasta hace café de máquina.
Capacidad para caminar, coger objetos y mantener una conversación
El robot Figure 01, dotado con cámaras integradas y entrenado por OpenAI, puede comprender palabras y traducir esta información en acciones rápidas, un avance celebrado por Adcock tal y como ha mostrado en un vídeo del prototipo. Esta capacidad no solo muestra la complejidad de las tareas que puede realizar, sino también la fluidez de su interacción en situaciones cotidianas como identificar objetos y responder a solicitudes humanas. La demostración, realizada a velocidad real y sin operación remota, pone de manifiesto la sofisticación del modelo de IA implementado, prometiendo un futuro donde los robots podrían operar a un nivel previamente inimaginable en la industria.
La ambición de Figure, respaldada por su colaboración con OpenAI, es desarrollar modelos de IA de próxima generación para robots humanoides que puedan funcionar a escala global. La visión de entrenar un modelo mundial capaz de operar robots humanoides a nivel de miles de millones de unidades es atrevida, pero los avances demostrados por Figure 01 sugieren que esta meta podría no estar tan lejana. La integración exitosa de la inteligencia artificial en la robótica abre posibilidades emocionantes para la automatización y la interacción humano-robot, potencialmente transformando sectores enteros de la economía y la vida cotidiana.
