En una reciente revelación durante su participación en el podcast Smartless, Natalie Portman compartió una experiencia personal sobre las complicaciones de crecer en la industria cinematográfica bajo la mirada sexualizada del público. La actriz, conocida por su papel en Léon: The Professional (León, el profesional) a la edad de 11 años, discutió cómo esta exposición temprana la llevó a adoptar una fachada de seriedad y dureza como mecanismo de defensa contra la sexualización.
Durante su intervención, la actriz destacó cómo Jodie Foster, después de escuchar su discurso sobre ser sexualizada siendo joven en la industria, se acercó para conversar y ofrecer su apoyo. Foster, quien también enfrentó desafíos similares después de su papel en "Taxi Driver" de Martin Scorsese a los 12 años, película en la que con esas edad interpretó el papel de una trabajadora sexual, compartió sus propias experiencias. "Ella sigue siendo un modelo a seguir", señaló la actriz.
Portman enfatizó la importancia del apoyo entre mujeres en la industria, especialmente aquellas que han enfrentado circunstancias similares de sexualización a una edad temprana. La actriz de Cisne negro, ganadora del Óscar, reflexionó sobre cómo la proyección de un carácter seco le sirvió como un escudo protector en los sets de filmación, un testimonio de las estrategias de supervivencia que las jóvenes actrices se ven obligadas a adoptar en un entorno a menudo predatorio.
Aunque destaca como la presencia constante de su madre hizo que no se viera en circunstancias indeseadas y que no se le acercara nadie. A pesar de enfrentarse a la presión de abandonar la actuación por un "trabajo real" después de asistir a la universidad de Harvard, Portman persiguió su pasión por la actuación, una decisión que ha definido su destacada carrera.
