El fallecimiento del reconocido actor surcoreano Lee Sun-kyun ha conmocionado al mundo del entretenimiento. Conocido principalmente por su papel en la película ganadora del Oscar Parásitos, Lee fue encontrado muerto en un coche en un parque en el centro de Seúl. Su esposa había informado a la policía sobre su desaparición y la existencia de una nota que parecía ser un mensaje de despedida. Este trágico suceso se produce en medio de una investigación policial sobre el supuesto consumo de marihuana y otras drogas psicoactivas por parte del actor, añadiendo una capa de complejidad y tragedia a su historia.
La carrera de Lee fue notable, graduándose de la prestigiosa Universidad Nacional de Artes de Corea y debutando en la actuación en 2001. Se ganó el reconocimiento por una variedad de roles, pero su fama mundial llegó con Parásitos, donde interpretó al patriarca de una familia adinerada.
Además, participó en la serie original de Apple TV+ en idioma coreano, Dr. Brain, y su última película, Sleep, recibió críticas positivas y fue presentada en la sección Critics' Week del festival de Cannes. Lee dejó un legado significativo en la industria del cine, pero también una familia: su esposa Jeon Hye-jin y dos hijos.
País implacable ante el uso de drogas
El contexto en el que ocurre su muerte es significativo. Corea del Sur es conocida por sus estrictas leyes contra las drogas, y Lee enfrentaba una investigación por su presunto uso. Fue interrogado en múltiples ocasiones, y aunque sus pruebas de drogas dieron resultados negativos o inconclusos, la presión del escrutinio público fue inmensa. La investigación estaba en curso, y la noticia de su muerte provocó reacciones fuertes en línea, con comentarios que reflejaban empatía y preocupación por las duras realidades a las que se enfrentan las celebridades en Corea del Sur.
