Antes de fracasar con Indiana Jones y el Dial del Destino, James Mangold dirigió un largometraje protagonizado por Christian Bale y Matt Damon que podría, perfectamente, servir como sesión doble con Gran Turismo para disfrutar de las carreras de coches profesionales. El filme estrenado en 2019 tuvo un paso más o menos notable en salas de cine recaudando 225 millones de dólares en base a un presupuesto de 97 millones, pero por lo que sea no llegó a convertirse en uno de los proyectos más destacados de Mangold durante sus últimos años como cineasta, en los que ha publicado obras como Logan. Le Mans'66 se toma sus libertades para adaptar la histórica carrera en la que Ford quiso derrotar a Ferrari en el circuito de francés de Le Mans, pero merece la pena darle una oportunidad.
Le Mans '66 tiene poco que envidiar a Gran Turismo y únicamente se queda atrás en el campo técnico
El filme "se centra en un excéntrico y decidido equipo americano de ingenieros y diseñadores, liderados por el visionario automovilístico Carroll Shelby (Damon) y su conductor británico Ken Miles (Bale). Henry Ford II y Lee Iacocca les dan la misión de construir desde cero un nuevo automóvil con el fin de derrocar el dominio de Ferrari en el Campeonato del Mundo de Le Mans de 1966". Le Mans '66 despliega algunas de las mejores características de Mangold en la dirección, con una puesta en escena exquisita, una fotografía muy bien perfilada y un dominio maravilloso de la tensión. Las carreras no tienen la misma intensidad que Gran Turismo debido a que los fines de la obra son otros, perdiendo así la batalla técnica. Sin embargo, Mangold acierta al representar la inestabilidad de los vehículos de por aquel entonces y el peligro que suponía ser piloto cuando los propios coches de carreras podían explotar en cualquier momento, contando además con un reparto de lujo.
Christian Bale realiza una de las interpretaciones de su vida metiéndose en la piel de Ken Miles, un piloto y mecánico experto que odia las grandes corporaciones y no está a favor de los formalismos. Es un hombre con una habilidad innata para la conducción y lo único que quiere es hacer lo que mejor se le da: ganar carreras. Matt Damon, por el contrario, tiene un papel un tanto más ordinario, sin salir demasiado de su zona de confort, y hasta parece que haya arrastrado el mismo trabajo hasta la reciente Air de Ben Affleck. Aun así, el trabajo que logran de forma conjunta le da al filme un buen empaque en el ámbito interpretativo. Aquí, habría que sumar el granito de arena de otros artistas como Jon Bernthal, Caitriona Balfe, Josh Lucas o Tracy Letts.
Le Mans '66 está disponible en Disney+ y, aprovechando que hoy se estrena Gran Turismo en salas de cine, es una muy buena opción para darle una oportunidad y descubrir además cómo era antaño el circuito francés de Le Mans en el que se corre durante 24 horas. La evolución que ha tenido el deporte de la conducción es extraordinaria y, de hecho, es uno de los sectores donde más se ha notado el salto tecnológico de gigante que se ha hecho durante los últimos años.
