Echábamos de menos ver a Jackie Chan en el papel protagonista de una película de acción. El veterano actor chino tiene una larguísima trayectoria a sus espaldas repleta de proyectos míticos, como El poder del talismán, La vuelta al mundo en 80 días, El esmoquin, Espía por accidente o las diversas entregas de Hora punta. Y en esta ocasión se pone bajo las ordenes de Scott Waugh, director que tiene que estrenar este 2023 la esperada Los Mercenarios 4, para unirse a John Cena en un proyecto cargadísimo de CGI y coreografías alucinantes que hasta tiene un aire a Mad Max: Fury Road: Hidden Strike. Su póster, de hecho, ya es toda una declaración de intenciones en ese sentido. La película ya está disponible en Netflix y está triunfando en audiencia.
Hidden Strike navega entre Mad Max: Fury Road y las buddy movie clásicas de Jackie Chan: El cóctel es épico
La película de Scott Waugh cuenta la siguiente historia: "Dos veteranos de guerra son asignados con la misión de escoltar a un grupo de civiles en la denominada 'autopista de la muerte', en Baghdad (Iraq), para que lleguen sanos y salvos a la Zona Verde, el emplazamiento de seguridad de la zona". Grosso modo, Hidden Strike es un producto que podría ser catalogado fácilmente como serie B o proyecto destinado directamente a vídeo que se disfruta más si se conoce la trayectoria de Jackie Chan.
John Cena está en un momento de crecimiento cinematográfico impresionant gracias a haberse unido al universo DC de James Gunn. Su papel como Pacificador hasta le ha servido para colarse, brevemente, en la Barbie de Greta Gerwig. Con el tiempo, Cena ha pasado de comedias como #SexPact a ser una pieza clave de la última etapa de Fast & Furious.
Hidden Strike tiene un argumento sencillo y no se va por las ramas en ningún momento. Son 102 minutos de pura adrenalina con secuencias repletas de tiroteos intensos, explosiones, persecuciones y unas coreografías un tanto más controladas, y es que Jackie Chan ya tiene 69 años y carga con una gran cantidad de lesiones a sus espaldas cosechadas durante décadas de producciones audiovisuales. Aunque eso sí, hay hueco para los clásicos instantes dedicados al talento mímico de Chan, que se explotó en obras como La vuelta al mundo en 80 días de Frank Coraci. Son instantes muy emotivos en los que se pone el foco en la capacidad de expresión física del artista oscarizado.
Pero no todo son cosas bonitas, porque Hidden Strike tiene un gran problema: la cantidad ingente de CGI para sus escenas de acción y su puesta en escena. A veces un poco molesto ver cómo se han construido algunas secuencias a base de efectos digitales un tanto innecesarios, que sacan un poco del metraje. Por suerte, no es algo que ofusque la experiencia de visionado. Hidden Strike es una carta de presentación maravillosa por parte de Scott Waugh si no se conocía al director para ir preparado para Los Mercenarios 4. Waugh logra mezclar con éxito los planos propios del cine de acción asiático con el corte hollywoodiense. Con todo, lo nuevo de Jackie Chan es altamente recomendable para pasar una tarde divertida con chute de nostalgia.