¡Atención! En este texto encontraréis spoilers de Spider-Man: No Way Home, por lo que si todavía no has visto el largometraje no continúes leyendo el texto.
Spider-Man: No Way Home ha sido el mayor éxito para Sony Pictures. La historia del lanzarredes de Tom Holland como lo conocíamos ha tocado a su fin con esta primera trilogía firmada por Jon Watts para Marvel Studios. La película en sí es un festival de sorpresas que cuenta con un montón de personajes de otras obras de Spider-Man, firmadas en el pasado por Sam Raimi y Marc Webb que, lamentablemente, en su momento se quedaron fuera del UCM y, por tanto, sus historias estaban "fuera del canon". Pero por suerte, el film de Watts ha cambiado eso y ahora los arcos de Tobey Maguire y Andrew Garfield se han cruzado con el de Holland, haciendo así que pasen a formar parte de alguno de los universos de Marvel.
Las apariciones de Andrew Garfield y Tobey Maguire hicieron estallar de felicidad a los espectadores en las salas de cine de todo el mundo, y resulta que uno de esos momentos contó con una improvisación por parte de Zendaya que terminó postulándose como uno de los mejores de toda la película, en lo que a apartado de comedia se refiere (ya sabéis que en este tipo de productos hay acción y drama a chorros también).
Zendaya clavó un momento importante
El momento clave y al que nos referimos, según informan desde ComicBook, es cuando Zendaya le tira pan a Andrew Garfield para que este despliegue sus habilidades de Spider-Man, y demuestre que es también Peter Parker de ese modo. Así lo ha contado Garfield en el podcast Happy Sad Confused de Josh Horowitz:
"Al principio, Zendaya tenía que coger un candelabro o algo para amenazarme en esa primera escena en la que entro, pero al final pusieron una cesta de pan. Y ella simplemente dijo: '¿Puedo tirarle pan?' y el director, Jon Watts, dijo: 'Sí, tírale pan'".
Garfield fue protagonista, posteriormente, de otro momento improvisado que también marcó un antes y un después en la película, convirtiéndose en una secuencia de humor único que hasta dejó paralizados a Maguire y Holland. Al final resultará que lo mejor de la película no estaba puesto en el guion y fueron los actores quienes lo incorporaron con su talento y naturalidad.
