Puede que El Juego del Calamar haya tenido éxito en la pequeña pantalla tras su debut en Netflix y en el mundo de los jerséis feos. Pero no ha tenido tanta suerte en el escenario de las criptomonedas. Al menos, no después de que la criptomoneda SQUID pasara de 2800 dólares a 0,0007 dólares en cinco minutos. Todo ello después de que ciertas informaciones apunten a que los fundadores de SQUID habrían huido supuestamente con 2,5 millones de dólares, dinero que procedería de los inversores. En fin. Acompañadnos a conocer esta triste historia.
SQUID, la criptomoneda de El Juego del Calamar que se fue a pique
El precio de SQUID se desplomaba como un castillo de naipes el pasado lunes por la mañana. Según lo informado por CoinMarketCap, la criptomoneda inspirada en El Juego del Calamar disfrutó de un aumento del 380.000% a 38 dólares en las primeras horas del 1 de noviembre, lo cual según señalan desde el medio es bastante "inusual". Pero la historia no acaba aquí: en el lapso de tres horas, el precio de SQUID se disparaba de 89 dólares a 2.861,80 dólares... para, cinco minutos después, desplomarse un 99,99% y acabar cayendo a los 0,0007926 dólares.
Los informes, tal y como se hacen eco desde Forbes, señalan que este desplome se produjo cuando los fundadores anónimos de proyecto desconectaron el token virtual y huyeron con las ganancias de los inversores. De ser cierto, habrían desaparecido con 2,5 millones de dólares debajo del brazo. Tanto la página web de SQUID como las cuentas de las redes sociales aparecieron desconectadas. De hecho, Twitter había restringido su cuenta oficial por "actividad inusual".
¿Cómo ha ocurrido esto? El lado oscuro de las criptomonedas
Desde Exodus señalan que SQUID sólo estaba disponible para su intercambio en PancakeSwap, un DEX basado en Binance que posee muy poco control de calidad sobre los tokens que aparecen en su lista. Algo que abre la puerta de par en par a las estafas criptográficas o a la llamada técnica del rug pull (tirar de la alfombra), referido a cuando los desarrolladores abandonan un proyecto y toman los fondos de los inversores. Así que esta situación, de entrada, tendría que haber servido de advertencia.
No bastando con esto, la propia página web de SQUID sostenía que tenían una "asociación" con Netflix para dar forma a la criptomoneda oficial de El Juego del Calamar. Sin embargo, no había comunicados oficiales al respecto y mucho menos una confirmación que respaldara esa afirmación. Los perfiles de los "fundadores" (que podéis ver sobre estas líneas) también daban risa: ¿qué trabajo es "seis años de experiencia"?
Luego de desplomarse el precio de SQUID, todo apunta a que los desarrolladores decidieron salir huyendo con la estafa ya realizada: 2,5 millones de dólares y los inversores con una criptomoneda sin valor alguno. "Por supuesto, le aconsejé a mi amigo que NO pusiera su dinero en ninguno de los tokens criptográficos de Squid Game", advierten desde Exodus. Existen también otras criptomonedas llamadas SquidGameToken o International Squid Games, y la mayoría sólo están disponibles en PancakeSwap.
Así que ya lo sabéis: recordad que en los battle royales sólo sale uno vencedor... y, en este caso, han sido los fundadores de SQUID los que han dejado tirados a los inversores de su criptomoneda.
