La ciencia quiere respuestas. En una nueva carta firmada por científicos de varios países, se está exigiendo que se ponga en marcha una investigación "seria" sobre el origen del SARS-CoV-2, el nuevo coronavirus que ha dado pie a la pandemia de COVID-19 con la que estamos lidiando desde el pasado año. Los investigadores sostienen que siguen existiendo demasiadas incógnitas en torno al origen de esta epidemia. Quieren aclarar si el virus "escapó" de un laboratorio o si bien tiene un origen natural.
Resolviendo la incógnita del SARS-CoV-2
El pasado mes de febrero, la Organización Mundial de la Salud concluía en su investigación que la explicación más plausible para explicar la pandemia era natural: lo más probable es que el virus habría llegado de los animales (probablemente del murciélago) hasta los seres humanos, mediante un huésped intermedio como los pangolines. Sin embargo, la comunidad científica no quiere teorías "probables", sino "probadas".
"Debemos tomar en serio las hipótesis sobre los efectos de contagio tanto naturales como de laboratorio hasta que tengamos datos suficientes", escribieron en la carta. "Una investigación adecuada debe ser transparente, objetiva, basada en datos, que incluya una amplia experiencia, sujeta a supervisión independiente y administrada de manera responsable para minimizar el impacto de los conflictos de intereses".
Entre los autores de esta carta encontramos organismos y universidades de investigación de Estados Unidos, Reino Unido y Suiza, incluidas Harvard, MIT y la Universidad de Cambridge. Para alcanzar a conocer los orígenes de la pandemia, sostienen, debe realizarse una investigación objetiva como la descrita en el párrafo anterior. Hasta que no se aclare la situación de manera imparcial, no se puede descartar ni la teoría de la "fuga de laboratorio", ni tampoco el origen animal del virus.
Uno de los motivos que habría llevado a los científicos a pedir que se ponga la lupa en los inicios de la pandemia es el hecho de que China, país donde se produjeron los primeros brotes, trató de limitar la información sobre la pandemia y silenció incluso a los médicos y científicos que intentaron advertir al mundo. Un contexto que, sin duda, motiva a pedir aclaraciones. De hecho, pusieron barreras a la OMS a la hora de realizar la investigación mencionada.
