La esperada secuela de Gladiator llega con el peso de una leyenda a cuestas y, según las primeras reseñas, sí logra ofrecer un espectáculo épico que revive las glorias de la Roma antigua, aunque tiene un gran pero. Ridley Scott ha regresado al Coliseo casi 25 años después de la original, ahora con Paul Mescal en el papel principal como Lucius, sobrino de Máximo. Con un elenco que incluye a Denzel Washington y Pedro Pascal, Gladiator 2 es, según la crítica, un banquete visual para los amantes de los clásicos de espada y sandalia.
En general, la crítica ha recibido la película con bastante entusiasmo pero el problema viene con la comparación de su predecesora, protagonizada por Russell Crowe. En Rotten Tomatoes, de hecho, esta secuela cuenta con una calificación del 76%, lo que indica que cumple con las expectativas en cuanto a acción y espectacularidad; y más teniendo en cuenta que la primera tiene un 79% de puntuación. Sin embargo, al ser una secuela, el factor 'novedad' se rompe y al compararla con un filme que el tiempo puso en un lugar destacado en la industria, no sale invicta.
Una digna adversaria en la temporada de premios
Julian Roman de MovieWeb califica la película como "una vuelta a la grandeza sangrienta" y la considera digna de la temporada de premios. Para quienes buscan emoción en la pantalla, los combates y las intrigas políticas son elementos que mantienen viva la llama del género, algo que Scott domina a la perfección a sus 86 años, según destaca Awards Watch.
No obstante, no todos están convencidos. Varios críticos, como Kevin Maher de The Times, cuestionan la necesidad de una secuela y señalan que Gladiator 2 cae en la repetición de fórmulas ya exploradas en la película original. Algunos apuntan que, aunque visualmente impactante, la historia se siente como "un eco lejano" de la trama original, en palabras de Owen Gleiberman de Variety. Alison Willmore de Vulture también lamenta que, aunque la acción es deslumbrante, la esencia de la historia se diluye en comparación con la poderosa narrativa de la primera entrega.
La crítica es unánime a la hora de hablar de las interpretaciones
Entre las actuaciones, el consenso es que Denzel Washington se roba el espectáculo. Interpretando a un maquiavélico personaje, su presencia en pantalla añade un carisma que destaca incluso en medio del caos de las batallas. En contraste, Paul Mescal ha recibido buenas críticas aunque algunos consideran que su interpretación carece de la fuerza necesaria para liderar una historia de este calibre, y que la comparación con Russell Crowe es inevitable.
Gladiator 2, con sus momentos grandiosos y sus concesiones al entretenimiento puro, parece estar hecha para aquellos dispuestos a disfrutar de un viaje algo nostálgico y visualmente impresionante, vamos, pan y circo, aunque quizás menos profundo de lo esperado. La pregunta que plantea Kevin Maher, "¿Están entretenidos?", tendrá respuestas divididas, pero para quienes busquen una nueva mirada al Imperio Romano con un toque moderno, la secuela seguramente cumplirá con el cometido.