El cineasta Francis Ford Coppola, un titán del cine, sigue dejando su huella con obras que tocan temas profundos como el poder, la familia y la moralidad. A través de películas como El Padrino y Apocalypse Now, ha hecho historia en el cine, una industria que el considera arte y considera que el streaming se está cargando la experiencia de disfrutar de una buena película como experiencia.
Las plataformas de streaming son el 'antiarte'
En una entrevista reciente con Discussing Film, Coppola fue directo en su crítica al modelo de streaming, calificándolo de "antiarte". Según el director, lo que solía ser un espacio para contar historias ahora está dominado por la búsqueda de suscripciones en lugar de la calidad. Para él, el streaming no es nada nuevo, solo una evolución del video o formato doméstico, pero con un enfoque empresarial que pone en riesgo la esencia artística del cine. "Sé mucho sobre streaming, y el streaming se mueve en la dirección de un modelo de negocio en el que se intenta conseguir suscripciones y, para mí, es antiarte", apuntó.
Las suscripciones por encima de la calidad
El cineasta lamenta que el cine, en muchos casos, haya perdido su capacidad para crear experiencias profundamente significativas. "El cine debe ser más que entretenimiento", afirma, refiriéndose a sus icónicas películas que exploraron temas universales y humanos. El director sostiene que, a pesar de los avances tecnológicos, el cine corre el riesgo de desvirtuarse en esta nueva era digital. La sobreproducción masiva en plataformas como Netflix o Disney+ prioriza la cantidad sobre la calidad, lo que, según él, afecta al arte y lo convierte en un producto más.
Una grandísima producción que puede ser el mayor fracaso de la historia del cine
Megalopolis, que acaba de estrenarse este mismo viernes en España, la ambiciosa nueva película del director, ha estado envuelta en varias polémicas desde su producción. Este proyecto, que Coppola ha soñado con realizar durante décadas, ha enfrentado problemas significativos, desde sobrecostes hasta reportes de un ambiente caótico en el set.
Según varios informes, el cineasta ha financiado la película con su propio dinero, invirtiendo más de 120 millones de dólares, lo que ha generado preocupaciones sobre su viabilidad financiera. Además, algunos miembros del equipo se quejaron de la falta de dirección clara y de las dificultades técnicas durante la filmación. Sin embargo, Coppola sigue firme en su visión, declarando que Megalopolis será su obra maestra definitiva, a pesar de los desafíos.