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Hace más de 2.000 años, Pompeya ya estaba llena de grafitis y pintadas con chistes verdes

Los grafitis muestran las preocupaciones y anhelos de la población en un momento dado.

El grafiti, a menudo percibido como una forma de expresión moderna, tiene en realidad una historia que se remonta miles de años. Desde mensajes humorísticos hasta críticas mordaces, las paredes han sido el lienzo para que personas de diversas épocas plasmen sus pensamientos y emociones. Ejemplos contemporáneos como "Emosido engañado" o "vampiro esisten" son herederos de una tradición milenaria: usar el espacio público para expresar ideas personales. De hecho, civilizaciones antiguas, como la romana, ya practicaban esta forma de comunicación, y los grafitis de Pompeya son un fascinante testimonio de este fenómeno.

Una ventana a la vida cotidiana a través del grafiti

La ciudad de Pompeya, sepultada por la erupción del Vesubio en el 79 d.C., ha dejado un legado único en términos de arquitectura y arte, pero también a través de los miles de grafitis encontrados en sus paredes. Estos escritos revelan aspectos íntimos de la vida cotidiana, desde preocupaciones amorosas hasta comentarios humorísticos. El arqueólogo August Mau, quien estudió las ruinas, veía estos grafitis como un reflejo de los sectores menos cultos de la sociedad. Sin embargo, en estos mensajes encontramos una conexión directa con los ciudadanos comunes de la antigua Pompeya. Al igual que también recopiló el arqueólogo Martín Langner.

Estos grafitis muestran una sociedad sorprendentemente similar a la nuestra en cuanto a preocupaciones y deseos. Las inscripciones van desde saludos simples hasta críticas sobre locales o individuos. Frases como "Vinimos aquí con nostalgia.

¡Ahora queremos irnos lo más rápido posible!" o "Ojalá pagues por todos tus trucos, posadero" demuestran que, hace 2.000 años, los seres humanos ya sentían la necesidad de expresar sus opiniones. Las paredes de Pompeya actuaban como una especie de foro público, donde cualquiera podía dejar su marca, en ausencia de plataformas modernas como Google Maps o TripAdvisor.

El erotismo en los grafitis de Pompeya

Además de quejas y comentarios banales, el sexo y el erotismo eran temas comunes en los grafitis de Pompeya. Muchas inscripciones se dedicaban a la fanfarronería sexual o a descripciones explícitas de encuentros eróticos. Ejemplos como "Me he ******* a muchas chicas aquí" o "El 15 de junio, Hermeros se acostó aquí con Phileterus y Caphisus" permiten entender la visión despreocupada de la sexualidad en esa sociedad, donde el erotismo era abiertamente discutido y representado.

Otros de los grafitis que se pueden leer por Pompeya son "Cayo Valerio Venusto, soldado de la primera cohorte pretoriana del siglo de Rufo, el más grande de todos los cabrones", "Restitutus ha seducido a menudo a muchas chicas", "Romula... miles de hombres", "Euplia estuvo aquí con miles de hombres guapos" y frases muchos más explícitas que puedes leer en la recopilación de la antropóloga e historiadora Virginia L. Campbell.

Los grafitis de Pompeya no se limitaban a textos, sino que también incluían dibujos que representaban desde caricaturas hasta escenas de gladiadores y combates. Estas imágenes complementaban los mensajes escritos, ofreciendo una visión visual de los gustos e inquietudes de los pompeyanos. Incluso en un medio casual como el grafiti, algunos autores mostraban habilidades artísticas, plasmando figuras complejas en las duras superficies de las paredes.

La revalorización del grafiti pompeyano

Durante mucho tiempo, estos dibujos fueron ignorados por los estudiosos, quienes, como Mau, consideraban que no representaban los sectores más interesantes de la sociedad. No obstante, en las últimas décadas, el estudio de estos escritos ha ganado importancia, ya que ofrecen una visión democrática y completa de la vida en Pompeya. Estos mensajes permiten conocer a los individuos comunes, cuyas voces habrían sido silenciadas por la historia. Además, en su aparente simplicidad, son testimonios valiosos de la vida cotidiana en una civilización que, en muchos aspectos, no era tan distinta de la nuestra.