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¿Cuáles son los poderes de los Tres Anillos de los Elfos en 'El Señor de los Anillos: Los anillos de poder'?

J.R.R. Tolkien construyó una gran mitología alrededor de estos artefactos mágicos. 'Los anillos de poder' en Prime Video narran su historia pero, ¿qué poderes tienen y cómo afectan a la Tierra Media?

El Señor de los Anillos: Los anillos de poder ha estrenado su segunda temporada en Prime Video con ocho nuevos episodios que se estrenarán cada jueves en la plataforma de Amazon. Siendo mucho más oscura y valiente, y centrándose en la figura de Sauron como Annatar, la ficción de Patrick McKay y JD Payne, arraigada en Los Apéndices de J.R.R. Tolkien, nos devuelve a la Segunda Edad para contarnos una historia sobre la forja de los grandes anillos mágicos que cambiarán la Tierra Media. Al final de la primera temporada, vemos cómo se forjan los tres Anillos de los Elfos, que desempeñan un papel crucial en la historia del Profesor y los eventos que están por venir. Pero, ¿cuáles son sus poderes, cómo funcionan en Los anillos de poder y cómo se llaman?

Los Tres Anillos de los Elfos: ¿Qué poderes tienen y qué rol desempeñan en Los Anillos de Poder? Nombres y Orígenes

Los Tres Anillos Élficos, conocidos como Narya, Nenya y Vilya, fueron forjados por Celebrimbor, el gran herrero élfico de Eregion -eje de la nueva temporada-, quien era el nieto de Fëanor, el creador de los Silmarils. Su pasión por la creación y por estar a la altura de sus antepasados, lo llevó a forjar una serie de artefactos que cambiarían por completo el destino de la Tierra Media y de los Pueblos Libres que habitan en ella. Hay que destacar que, en el canon de Tolkien, como también sucede en la serie, estos anillos fueron creados independientemente del toque maligno de Sauron, aunque él había enseñado a Celebrimbor y a los otros elfos de Eregion los secretos de la forja de los Anillos de Poder.

En la ficción de Amazon se forjan primero, aunque en Los Apéndices podemos leer que son los últimos en hacerse, justo antes de que todo se derrumbe. Estos tres anillos, forjados con la intención de preservar y proteger la belleza y la pureza de ese mundo, se destacan no solo por su poder, sino también por su simbolismo, un aspecto en el que la serie McKay y Payne parecen detenerse especialmente, haciendo hincapié en el equilibrio de la trinidad.

Tres Anillos para los Reyes Elfos bajo el cielo

Primero tenemos a Narya, el Anillo del Fuego, que es descrito como un anillo con una piedra roja como el fuego, y al que se le atribuyen poderes relacionados con la inspiración, la resistencia y el valor. En un principio, este anillo fue otorgado a Círdan El Carpintero, el señor de los Puertos Grises, quien más tarde lo entregó a Gandalf cuando este llegó a la Tierra Media. En El Señor de los Anillos: El Retorno del Rey, el tercer volumen escrito por Tolkien, se revela su verdadero propósito: "Sin embargo, hasta donde lleguen los poderes del Orden de los Istari, será debido a la influencia de Narya, el Anillo de Fuego, que no es visible a los ojos de los mortales."

Por otro lado tenemos a Nenya, el Anillo del Agua o Anillo de Adamante, una joya que tiene una piedra blanca y es descrito como un anillo de gran belleza, hecho de mithril, muy brillante y llamativo. Este anillo fue entregado a Galadriel, la Señora de Lothlórien. Nenya tiene la capacidad de preservar, proteger y ocultar, poderes que Galadriel usa para mantener la belleza y seguridad de Lothlórien durante los peores momentos del auge de la Oscuridad en la Tierra Media. En La comunidad del anillo, Frodo experimenta el poder de Nenya al ver la majestuosidad inalterada de Lothlórien, una tierra que parece estar fuera del alcance del tiempo. De hecho, como la propia compañía del anillo experimenta en sus espíritus, cuando están en el reino de la Dama Elfa el tiempo parece ralentizarse.

Por último tenemos a Vilya, el Anillo del Aire o Anillo Azul, es el más poderoso de los tres, y su piedra es de un azul profundo, como el cielo despejado. Fue entregado a Elrond, el señor de Rivendel. Vilya tiene la capacidad de curar y proteger, y se asocia con la preservación de la sabiduría y el conocimiento. Gracias a Vilya, Rivendel, conocida como La Última Morada, se convierte en un refugio seguro contra las Fuerzas de Sauron y la Oscuridad, transformándose en una especie de lugar de curación para todos aquellos que buscan consuelo y descanso en la Segunda y Tercera Edad. En El Silmarillion y al final de El Retorno del Rey se explica que Vilya es "el más poderoso de los tres y que ningún mal podría alcanzarlo mientras Elrond lo tuviera en su poder."

Los Poderes de los Tres Anillos en Los anillos de poder y El Señor de los Anillos y su conexión con la Tierra Media

La magia en el universo de J.R.R. Tolkien funciona de una manera muy sutil y especial, así que no podemos considerarlos como anillos mágicos que generen hechizos ni poderes mágicos evidentes como en otras historias fantásticas. Como sucede en la obra del Profesor, cada uno de los Tres Anillos tiene un poder específico que refleja su conexión y su vinculación especial con los elementos de la naturaleza: fuego, agua y aire. Además de sus capacidades individuales, como entes independientes y únicos, los anillos también tienen un poder colectivo que está vinculado al destino de la Tierra Media y su lucha contra el mal de Sauron. La serie de Amazon vuelve a prestar especial atención en este aspecto en concreto.

Se dice que el poder de Narya de inspirar y dar valor fue utilizado por Gandalf para fortalecer los corazones de los pueblos libres durante la Guerra del Anillo, aunque esto no se menciona de forma explícita en los libros. Sí, en El Retorno del Rey, el propio Gandalf explica a Pippin que, aunque todo parece perdido, la lucha debe continuar, y es probable que Narya esté detrás de esa convicción y sea una suerte de motor que ayude al Mago a cumplir con su Misión. Además, sabemos que Nenya permite a Galadriel mantener Lothlórien como un lugar de eterna primavera, libre de la corrupción del tiempo y del mal de Sauron, aunque tiene una contrapartida. Galadriel sabe que la caída de Sauron y la destrucción del Anillo Único podría significar el fin del poder de los Anillos Élficos, aunque Elrond, en La comunidad del anillo, tiene algo que decir al respecto. "No lo sabemos con seguridad. Algunos esperan que los Tres Anillos podrían curar así las heridas que el Único ha causado en el mundo. Pero es posible también que cuando el Único desaparezca, los Tres se malogren y que junto con ellos se marchiten y olviden muchas cosas hermosas. Eso es lo que creo", indica.

En cierta manera, los Tres Anillos Élficos representan un último esfuerzo de los Elfos por preservar la belleza, el conocimiento y la pureza de la Tierra Media en un mundo que lentamente está cayendo bajo la sombra de Sauron. A diferencia del Anillo Único, que es un instrumento de dominación, los Tres Anillos buscan proteger y mantener lo bueno y lo puro. "Los Tres no fueron hechos por Sauron, ni siquiera llegó a tocarlos alguna vez. Pero de ellos no es permitido hablar. Aunque algo diré, en esta hora de dudas. No están ociosos. Pero no fueron hechos como armas de guerra o conquista; no es ese el poder que tienen. Quienes los hicieron no desean ni fuerza ni dominio ni riquezas, sino el poder de comprender, crear y curar, para preservar todas las cosas en cierta medida, y con dolor", indicaba el propio Medio-Elfo en La comunidad del anillo.

Los Tres no fueron hechos por Sauron, ni siquiera llegó a tocarlos alguna vez.

"Pero todo lo que haya sido alcanzado por quienes se sirven de los Tres se volverá contra ellos, y Sauron leerá las mentes y los corazones de todos, si recobra el Único. Habría sido mejor que los Tres nunca hubieran existido pues eso es lo que Sauron pretende", informaba el mismo personaje más adelante en el capítulo El concilio de Elrond. Es decir, si Sauron recuperara el Anillo Único, podría corromper incluso a los Tres Anillos y sus creaciones, por lo que se encuentran con un gran dilema que sí se ve en la serie: usar los Anillos significa exponerlos a la influencia de Sauron, pero no usarlos significa permitir que la decadencia y el caos avancen sin resistencia. Este dilema es central en la narrativa de J.R.R. Tolkien, reflejando uno de los temas más amplios de la lucha entre el poder y la moralidad.