¿Te imaginas vivir en una "casa portátil" que pudieses mover de un lugar a otro? El diseñador industrial argentino Nicolás García Mayor se lo imaginó hace unos años y desde entonces ha estado lidiando con su propio proyecto de empresa para poner en pie Cmax System, un híbrido entre estructura rígida y tienda de campaña que no solo sirve a particulares interesados, sino también como refugio temporal en emergencias de ayuda humanitaria frente a catástrofes o guerras.
Cmax, el refugio de emergencia sanitaria que también puede servir como un 'hogar portátil'
La brutal crisis de hace unos años sufrida en el mundo entero por la pandemia de COVID, así como la reciente guerra entre Ucrania y Rusia, motivó al diseñador industrial Nicolás García Mayor a llevar a cabo este nuevo y revolucionario recurso habitacional del que os hablamos, al que el argentino había dedicado su tesis universitaria y que en la actualidad ya está siendo un éxito en países como la mencionada Ucrania, Polonia o México, y que próximamente ampliará fronteras con fábricas en los Estados Unidos y Dubái.
Bautizada como Cmax System, la vivienda ideada por García Mayor después de numerosos prototipos, la cual se vende a través de un formulario en su página web por un precio de alrededor de 7.400 euros, puede utilizarse tanto para atender emergencias -por ejemplo como laboratorio, UCI móvil o espacio de almacenamiento- como para ser un hogar temporal al más puro estilo camping.
En estos momentos, el modelo más reciente de esta "casa portátil" es la CX20, un refugio por así decirlo de suelo macizo que pesa en total 150 kg y que una vez desplegado ocupa 5,8 metros de largo por 2,25 de ancho y 2,2 metros de alto. Espacio más que suficiente para una capacidad máxima de 8 personas.
Montar este habitáculo es realmente sencillo y entre dos personas apenas se necesitan poco más de 11 minutos sin herramientas de por medio ni conocimientos avanzados. Solamente se debe escoger el lugar donde queremos posicionarlo y empezar por instalar las 20 patas que se ajustan al suelo. Después, se retiran los cierres y los bloqueos que mantienen plegadas las estructuras, se ajustan las barras laterales interiores y finalmente el travesaño principal a la cubierta.
"Los techos altos crean sensación de amplitud, lo que facilita el movimiento y la realización de actividades dentro del contenedor", se puede leer en la web de Cmax. Por si fuera poco, la estructura central permite instalación de placas solares, una unidad de aire acondicionado o una unidad de tratamiento de agua. Y, por supuesto, la instalación incluye una puerta con cerradura para mantener mayor privacidad y seguridad del exterior.
Hoy, García Mayor asegura que tiene una demanda de más de 600.000 unidades solicitadas de Cmax en todo el mundo, con ONGs y gobiernos de los distintos países interesados en su proyecto, además de organizaciones y empresas privadas que quieren usar estas mini casas como refugios o contenedores de almacenamiento, glamping y derivados. "Los países tienen que estar preparados para lo que pueda pasar y qué hacer con las personas en caso de que suceda. Tenemos que ser resilientes", afirma en una entrevista para Forbes Argentina el diseñador que hoy día vive en Washington D.C.