Batman no mata. Es como una regla de oro. Esto implica que tampoco usa armas de fuego, salvo excepciones muy puntuales (siendo la más relevante, cuando usó una bala especial para herir de muerte a Darkseid). Pero, salvo estas excepciones que quizás algún día veamos en el cine, técnicamente Batman rechaza el uso de armas de fuego como parte de su lucha contra el crimen. Una regla que podría volver a romperse con fuerza en The Bat-Man: First Knight.
Usar armas de fuego no cuenta si el objetivo no puede morir
En las primerísimas apariciones de Batman, el Cruzado de la Capa sí que usaba armas de fuego y mataba. Lo mismo le pegaba un tiro a un vampiro que le rompía el cuello a un maleante al golpearle en la cabeza. Algo que siendo justos y viendo los guantazos que pega Bruce, es raro que no pase más a menudo. No matará directamente, pero las conmociones cerebrales... Es un tema complicado que ya molestó a Zack Snyder, pero que generalmente se pasa por alto por razones obvias.
Pero esto fue durante una época muy loca, y excluyendo excepciones como Batman:Year Two, no nos encontrábamos con una situación como la actual. Avisamos de spoilers menores sobre First Knight, la nueva serie limitada que al momento de escribir estas líneas va por el segundo número; y que pone a Batman en 1939. El héroe se las verá con nazis y gángsteres, sin más apoyo que un aún detective Gordon ni señoritas de las montañas con alabardas. Pero el gran enemigo serán los llamados monster men (hombres monstruo en español, no confundir con la serie limitada Batman and the Monster Men, de 2006).
En resumen: estos enemigos son convictos ejecutados convertidos en zombis que actúan como la fuerza bruta de los malos.
Y claro, intentar reducir a golpes a un zombi no es fácil, así que Batman se lleva más palos que una piñata. Algo que concluye con Gordon recomendándole hacerse con un arma de fuego.
La segunda entrega de esta serie termina, efectivamente, con Batman cogiendo una pistola de la colección de su padre. Por supuesto, aún queda en el aire si la usará para quitar de en medio la amenaza de los monster men, si sólo la usará contra ellos (técnicamente, como zombis, no incumpliría su regla de no matar) o se le irá la cabeza y empezará a cargarse maleantes. ¿Quizás hasta una conclusión en la que decide abandonarlas de nuevo, después de experimentar lo terrible que es ser juez, jurado y verdugo? Habrá que esperar para verlo.