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Alan Ritchson de 'Reacher' confiesa tomar testosterona y reabre el debate sobre este tipo de tratamientos en el cine de acción

“No quiero tener que operarme después de cada temporada”, señala el actor apuntando a que es un tratamiento a largo plazo.

Alan Ritchson, el actor que encarna a Jack Reacher en la serie de Prime Video, enfrentó el colosal desafío de transformar su físico para alinearse con la descripción del personaje en las novelas de Lee Child. Ritchson, quien antes de filmar la primera temporada se sometió a un intensivo entrenamiento para aumentar 30 libras de masa muscular, reveló las duras consecuencias físicas de dicho proceso, incluyendo lesiones y desbalances hormonales.

Destrocé mi cuerpo.

Esta experiencia lo llevó a adoptar una aproximación distinta, recurriendo a la terapia de testosterona para prepararse para la segunda temporada del programa, según compartió en una entrevista con Men’s Health. El actor describe cómo su esfuerzo por cumplir con las demandas físicas del papel inicialmente dañó su salud, destacando la paradoja de una imagen externa robusta y saludable frente a las adversidades internas sufridas.

A pesar de las especulaciones y críticas sobre la legitimidad de su musculatura, Ritchson aclara que su forma física inicial se debió al esfuerzo y no a atajos. Sin embargo, los estragos resultantes de dicho régimen lo condujeron a considerar la terapia de testosterona no solo como un medio para mantener su rendimiento en la serie, sino también como una herramienta de bienestar personal, particularmente importante a medida que avanza en edad.

Antes del tratamiento sufrió varias lesiones

"Destrocé mi cuerpo". Entre sus lesiones, se rompió una de sus articulaciones acromioclaviculares (que conecta el hombro con la clavícula). También desarrolló "un enorme desequilibrio hormonal", que atribuyó a un aumento de volumen demasiado rápido. "Me estaba desmoronando. Entonces, si bien hice que esto sucediera, probablemente sea cierto que no debería suceder tan rápido, de esa manera", explicó. Entonces, antes de la segunda temporada, Ritchson, que ahora tiene 41 años, adoptó la terapia con testosterona.

Ritchson se ha convertido en un defensor de la terapia de testosterona, especialmente para hombres de mediana edad, argumentando los beneficios más allá del mero aumento de masa muscular, como la estabilización del estado de ánimo y la mejora general de la salud. Su decisión de hablar abiertamente sobre su experiencia con la terapia busca cambiar la percepción pública, diferenciándose de otros actores que evitan discutir tales temas. Este enfoque refleja una madurez y un entendimiento de que la salud a largo plazo es tan importante como la imagen inmediata requerida por un papel.

Lo recomienda para los hombres de más de 40 años

La trayectoria de Ritchson resalta la presión extremadamente alta que los actores enfrentan para cumplir con las expectativas físicas de ciertos roles, y cómo esta realidad puede llevar a decisiones difíciles en cuanto a la salud y el bienestar personal. Su adopción de la terapia de testosterona, bajo asesoramiento médico y combinada con un régimen de entrenamiento riguroso, le ha permitido mantener la imagen exigida para su personaje mientras gestiona su salud de manera responsable.

"Obtener testosterona fue increíble para mí", dijo Ritchson. "No tenía nada cuando terminé la primera temporada, debido al estrés, la fatiga y lo que le había hecho a mi cuerpo. Para mí es a largo plazo. Quiero hacer Reacher durante 15 años... No quiero tener que operarme después de cada temporada y la testosterona ayuda", añadió el actor.

"Soy un gran defensor de ello, especialmente para las personas de cuarenta años o más", apuntó Ritchson. "[Los hombres no] son ​​conscientes de que existe, pero realmente podría cambiarles la vida. Podría ser un estabilizador del estado de ánimo para las personas... Puede hacer mucho más que simplemente ayudarte a estar musculoso, pero ciertamente me ayudó en mi viaje", añadió.

Los tratamientos hormonales en Hollywood

En el contexto más amplio de Hollywood y el entretenimiento, la historia de Ritchson abre un debate sobre la gestión de la salud física entre celebridades y la necesidad de abordar de manera transparente y ética el uso de terapias para cumplir con las demandas físicas extremas.

Sylvester Stallone, por ejemplo, ha sido abierto respecto a su uso de testosterona para prepararse para roles físicamente exigentes, como su icónico personaje en la franquicia de Rambo. El actor argumentó que el uso de testosterona era esencial para mantener su rendimiento físico y resistencia dada su edad avanzada, diferenciándola claramente del abuso de esteroides. Su transparencia sobre el tema ha contribuido a un diálogo más amplio sobre el envejecimiento, el rendimiento físico y la salud masculina en el ámbito del entretenimiento.

Efectos adversos

El tratamiento con testosterona, como cualquier intervención médica, puede tener efectos secundarios que varían según el individuo y la dosis utilizada. Aquí algunos de los efectos secundarios comunes y potenciales del consumo de testosterona son:

  • Alteraciones cardiovasculares: El uso de testosterona puede estar asociado con un riesgo incrementado de eventos cardiovasculares como infarto de miocardio o accidente cerebrovascular, especialmente en hombres mayores o aquellos con condiciones cardíacas preexistentes.
  • Problemas dermatológicos: Puede causar acné o piel grasa debido al aumento de la actividad de las glándulas sebáceas. Algunos individuos también pueden experimentar pérdida de cabello o incremento en el crecimiento del vello corporal.
  • Alteraciones en la salud reproductiva: La testosterona exógena puede disminuir la producción natural de esperma, lo cual puede llevar a una reducción de la fertilidad. Además, puede causar un aumento en el tamaño de la próstata o empeorar los síntomas de hipertrofia prostática benigna.
  • Cambios psicológicos o de comportamiento: Algunas personas pueden experimentar cambios de humor, irritabilidad, aumento de la agresividad, o depresión.
  • Alteraciones metabólicas y endocrinas: El consumo de testosterona puede afectar el metabolismo, resultando en cambios en los niveles de colesterol, resistencia a la insulina y alteraciones en la distribución de la grasa corporal.
  • Efectos hepáticos: Aunque menos comunes, se han reportado problemas hepáticos asociados al uso de esteroides anabólicos, incluyendo la testosterona, especialmente en formas orales.

Es fundamental que la terapia con testosterona sea supervisada por un profesional de la salud para monitorear cualquier efecto adverso y ajustar la dosis según sea necesario. La evaluación individualizada antes de iniciar el tratamiento puede ayudar a minimizar los riesgos asociados con su uso.