Quentin Tarantino lleva semanas dándonos grandes titulares. El realizador, que planea su retirada desde hace años, ha estado repasando su carrera, sus grandes películas y las historias internas desconocidas de muchas de ellas, como la casi aparición de Johnny Depp en Pulp Fiction, y metiéndose con las estrellas de Marvel. Ahora, en un podcast con Bill Maher, confirma el rumor que llevaba años circulando en Hollywood: Adam Sandler iba a formar parte de su grupo de Malditos Bastardos.
Adam Sandler casi sale en Malditos Bastardos pero al final fue imposible
En la citada entrevista con Maher y Judd Apatow, Tarantino se ha sincerado: se quedó sin Adam Sandler para su película. "Me siento fatal, porque cuando hice Hazme reír con Adam Sandler, no sabía que por aquel entonces tú querías utilizarle en la película de Malditos Bastardos", arranca con unas disculpas Apatow, que al final pudo ser la clave por la que no apareció en el filme de Tarantino.
Apatow conoció a Tarantino a través del propio Sandler, cuando el director hizo su cameo para Little Nicky. "Obviamente es mejor que hiciera tu película, por todo lo que implica", asegura Tarantino, que piensa que la cinta de su colega tuvo más sentimiento y fue un papel en el que el propio Sandler disfrutó.
"A ver, tu película empieza con una cinta en la que se os ve cuando eráis niños… Pero sí, escribí el personaje del Oso judío para Adam Sandler. Se lo conté cuando estábamos haciendo Little Nicky y no podía estar más emocionado", continúa Tarantino, afirmando que aquello cuajó y casi toma forma. "Me decía: "¿voy a tener que reventar a los nazis con un bate? Alucinante. ¡Estoy deseándolo! Y también contaba a todo judío que veía: voy a poder interpretar a un tío que da palizas a los nazis con un j***do bate", recuerda Tarantino, que al final tuvo que ofrecerle el papel a su amigo Eli Roth. "El problema es que Apatow se hizo con los mejores judíos para Hazme reir", afirma el director entre risas.
<3Ese fue el problema. Tenías a Seth Rogen y a todos los judíos buenos en la película. ¡Estoy matando a Hitler con un bate y no hay ningún judío libre! Ni David Krumholtz ni nadie. Todos los judíos estaban cogidos y yo estaba haciendo realidad una de sus fantasías", concluía el director, que al final tuvo que cambiar Malditos Bastardos para adecuarla a otro reparto.