La extinción de los dinosaurios es uno de los grandes misterios de la ciencia moderna. Sí, existen teorías y modelos climáticos que parecen coincidir en que un asteroide impactó en la península de Yucatán hace unos 66 millones de años. Gracias al estudio de los sedimentos y el tipo de restos que un impacto de esa escala dejaría en la Tierra, sabemos que tuvo que causar una catástrofe difícil de imaginar en escala y destrucción. Pese a que es probable que estos animales estuviesen condenados desde mucho antes, por mucha capacidad de adaptación que tuviesen, ahora sabemos que sus últimos días en el planeta fueron infernales. ¿Por qué? Pues porque se cree que otro asteroide impactó al mismo tiempo en la actual costa de Guinea-Bissau. ¿Dos meteoritos aceleraron el proceso de extinción de los dinosaurios y de casi toda la vida en la Tierra? Sí, como estáis leyendo.
La teoría de los dos meteoritos que impactaron en la Tierra y acabaron con los dinosaurios
Sabíamos que el asteroide que aniquiló a los dinosaurios procedía de una región desconocida por su composición en minerales. Este cuerpo celeste, hace más de 66 millones de años, y de unos 9 kilómetros de diámetro, impactó en la actual península de Yucatán, en México, formando el cráter Chicxulub, que tiene más de 130 kilómetros de diámetro. Pero ahora, un grupo de investigadores dice haber descubierto un gran cráter consecuencia del impacto de otro cuerpo celeste. Hallado en el lecho marino del Atlántico, parece tener 66 millones de años, algo que ha despertado todas las alarmas. Se trata de un impacto que habría llegado casi al mismo tiempo que la famosa roca que impactó contra la Península de Yucatán, poniendo fin al reinado de los dinosaurios.
Esta característica geológica recién descubierta, justo frente a la costa de Guinea y Guinea-Bissau en África occidental, se llama cráter Nadir. Ese cráter tiene más de 8 kilómetros de ancho y se encuentra bastante por debajo del lecho marino, algo que podéis consultar en el estudio de Science. En la investigación, el equipo responsable del descubrimiento propone tres posibles orígenes para el gran cráter. Uno, que provino del mismo cuerpo que el asteroide Chicxulub, pero que se desintegró cuando se acercaba a la Tierra. El otro, que una gran colisión en el cinturón de asteroides envió un puñado de meteoritos hacia la Tierra en el mismo marco de tiempo, con apenas cientos de años de diferencia. La tercera, que el momento de los dos impactos fue pura coincidencia y simplemente, como suele decirse, mala suerte.
"Si el primer escenario es correcto (restos procedentes del asteroide), proporciona información nueva realmente importante sobre lo que sucedió, tanto en el espacio como en la Tierra, durante ese evento", explicaba Uisdean Nicholson, geocientífico de la Universidad Heriot-Watt en Escocia y autor del nuevo artículo, en un correo electrónico a Gizmodo. Se sabe, a través de la evidencia científica, que la mayor parte de la vida en la Tierra desapareció o murió después del impacto de un asteroide hace más de 66 millones de años. Este colisión generó terremotos masivos en la superficie terrestre, tsunamis y un invierno nuclear, que alteró drásticamente el clima. Se cree que alrededor de tres cuartas partes de la vida en la Tierra fue borrada del mapa por el evento, incluyendo la casi totalidad de los dinosaurios.
"El asteroide responsable del cráter de Chicxulub es mucho más grande que el que proponemos para Nadir", continúa explicando Nicholson. "Creemos que Chicxulub liberaría alrededor de 10.000 veces más energía que Nadir. Así que el impacto de Nadir, de alguna forma, habría sido empequeñecido por el de Chicxulub", prosigue. Pero aún así no hay que infravalorarlo en términos de caos y destrucción. Pero, ¿cómo han llegado al hallazgo? ¿De qué manera se descubre un cráter de este tamaño? Gracias a la reflexión sísmica, un método mediante el cual se envían ondas de presión a través del océano y el lecho marino para detectar las diferentes estructuras a lo largo de los sedimentos profundos. Es parecido al LiDAR de algunos teléfonos móviles inteligentes y que permite enviar señales para reconocer objetos con precisión en zonas de poca iluminación o con un follaje denso.
Se cree que el meteorito responsable de Nadir tendría unos 400 metros de diámetro, y los modelos usados para calcular su destrucción arrojan datos como que habría liberado unas 1000 veces la energía de la erupción de Tonga el año pasado, algo que se considera una nueva medida en términos de explosión volcánica. Ahora queda un misterio más: su coincidencia en el tiempo con Chicxulub.
"Sería algo muy raro que este cráter recién descubierto, el cráter Boltysh de 24 km de diámetro, y Chicxulub impactaran todos en un periodo de menos de un 1 millón de años", ha explicado Peter Schultz, geólogo planetario de la Universidad de Brown, que se especializa en la formación de cráteres de impacto, al citado medio. "Si hay una conexión entre los tres, quizás esté relacionada con la ruptura de un asteroide, con tres fragmentos cruzándose en la trayectoria de la Tierra", concluía Schultz, que espera recibir más información antes de 2024, cuando comiencen a procesar los datos y los minerales del cráter recién descubierto con perforadoras y técnicas diversas. La extinción de los dinosaurios sigue siendo un misterio, pero parece que estamos más cerca de su resolución.