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Arrestado en Japón por usar el 'deepfake' para eliminar la censura pixelada del porno

Según la policía japonesa, el detenido se dedicaba a vender fotos y vídeos libres de censura, eliminando los filtros del porno que se distribuye en el país. Había ganado 100.000 dólares.

El porno vende y genera grandes cantidades de dinero como muchas empresas han demostrado. Su ausencia, como os comentábamos hace unos días en Vandal Random, puede incluso generar un curioso síndrome de abstinencia. En Japón, informan las autoridades policiales, se ha arrestado esta semana a un hombre de 43 años por distribuir películas pornográficas sin censura gracias a al tecnología de los deepfake, empleando algoritmos muy avanzados para saltarse las medidas de pixelación en los genitales que se usan en el país. Había ganado miles de dólares.

Eliminando la censura de genitales en las películas porno en Japón

Como explican en Vice Masayuki Nakamoto había usado herramientas y la tecnología deepfake para restaurar los genitales de miles de fotos y vídeos de actrices porno japonesas que, a posteriori, vendía y distribuía a través de su página web. Según apuntan las primeras investigaciones, Nakamoto se había embolsado hasta la fecha un total de 11 millones de yenes, unos 80.000 euros. El acusado, que fue arrestado por las autoridades japonesas, se ha declarado culpable de todos los cargos. Pero, ¿es para tanto este delito?

El usuario había ganado cerca de 100.000 dólares vendiendo fotos y vídeos 'sin censura' gracias a la IA

Hay que recordar que las leyes japonesas son muy estrictas con las imágenes pornográficas, sobre todo con aquellas que muestran a los genitales del hombre y la mujer de forma explícita. Si se distribuyen estos contenidos se puede incurrir en el llamado delito de obscenidad, razón por la que muchas productoras de cine porno deciden censurar estas partes de la anatomía humana usando filtros pixelados o evitando los primeros planos de estas zonas. Pero el delito de Nakamoto es mayor, ya que ha estado vendiendo contenidos protegidos por la ley de copyright, sacando un rédito comercial con ellas. De hecho, informan desde Gizmodo su arresto se basó en la venta de 10 fotos retocadas de esta forma al precio de 20 dólares cada una.

El caso ha causado mucho revuelo en Japón. No es el primer caso de obscenidad o de distribución pornográfica ilegal, pero sí el primero en el que el acusado usa métodos de inteligencia artificial para eliminar la censura. Nakamoto ha afirmado que lo hizo por dinero, sin querer hacer daño a nada ni nadie. El problema que subyace en este tipo de delitos es que las imágenes fotorrealistas creadas con inteligencia artificial son cada vez más comunes y han planteado muchas cuestiones legales y éticas relacionadas con la privacidad, la explotación sexual, los derechos de autor o incluso la expresión artística. "Este es el primer caso en Japón en el que la policía ha detenido a un usuario que emplea la inteligencia artificial", ha un abogado experto en casos de ciberdelincuencia.

"Por el momento, no existe ninguna ley que penalice el uso de inteligencia artificial para realizar este tipo de imágenes", concluía. El porno deepfake está comenzando a ganar popularidad en países como Japón, Corea o Taiwán, donde hace poco fue arrestado un hombre por vender fotos y vídeos manipulados a través de un canal de Telegram. Hace unos años, Gal Gadot fue víctima de este tipo de porno.