ASUS ROG Ally y cualquier portátil podrán ser Steam Deck: Valve da soporte de SteamOS a otros PC portátiles
Valve está dispuesta a colaborar y dar apoyo a PC "consolizados" rivales de Steam Deck con SteamOS -el sistema operativo basado en Linux-, un paso para acercarse a uno de los sueños de la compañía: que cada fabricante pueda crear su Steam Machine. Los usuarios de ASUS ROG Ally están de enhorabuena.
Según publica The Verge, el diseñador de Valve Lawrence Yang confirma que la intención siempre ha sido permitir que otras compañías utilicen SteamOS, y los cambios recientes en el sistema con referencias al soporte para ROG Ally significa exactamente eso: "El mensaje sobre las claves de ROG Ally está relacionado con el apoyo a un dispositivo de terceros. El equipo sigue trabajando en dar soporte para más portátiles en SteamOS".
Aparentemente todavía es pronto para ver las ROG Ally -u otras portátiles similares- con SteamOS, pero Valve "hace progresos constantes" aunque no esté listo en este momento. Igualmente se sabe que SteamOS 3 se podría instalar en PC que no son portátiles, algo en lo que se hacen progresos pero todavía no está terminado.
La posibilidad de alternar entre sistemas operativos
Yang también confirma que la posibilidad de un arranque dual en las portátiles es una prioridad, pero no se ha podido hacer hasta el momento. La idea es que las portátiles con Windows puedan convertirse en Steam Machines, o que el usuario de una Steam Deck puedan cambiar fácilmente a Windows.
El mundo de los PC adaptados a portátil ha llegado para quedarse, y la propia Valve ha hablado en alguna ocasión de desarrollar una sucesora con mejoras en el hardware, pero no llegaría pronto. "Para nosotros es importante que Steam Deck ofrezca un objetivo de rendimiento fijo para los desarrolladores, y que el mensaje a los clientes sea sencillo, en el que todos los Deck puedan jugar a los mismos juegos. Por eso, cambiar el nivel de rendimiento no es algo que nos tomemos a la ligera, y sólo queremos hacerlo cuando haya un aumento lo suficientemente significativo", comentaron el año pasado.
"Tampoco queremos que un mayor rendimiento suponga un coste significativo para la eficiencia energética y la duración de la batería. No preveo que tal salto sea posible en los próximos dos años, pero seguimos de cerca las innovaciones en arquitecturas y procesos de fabricación para ver por dónde van las cosas".