Una caja sin abrir de cartas de Pokémon alcanza los 70.000 dólares en subasta
Pokémon es una de las licencias del mundo del videojuego más importantes y con mayor peso de toda su historia. La saga de los monstruos de bolsillo es todo un fenómeno mundial, que ha traspasado fronteras, medios y formatos. Da igual que se trata de un nuevo juego, una nueva película o serie de televisión, una nueva figura o una nueva colección de cartas. Concretamente son los coleccionistas los que más valor añadido otorgan a Pokémon, y tal y como podemos ver en la última gran subasta realizada en Huggins & Scott Auctions, están dispuestos a pagar hasta 70.000 dólares en una caja sin abrir de cartas coleccionables.
Una primera edición muy rara y sin abrir del 1999
El objeto no es una caja cualquiera de sobres de cartas. Se trata de una caja sin abrir y completamente precintada de 36 sobres de la primera edición de Pokémon: El juego de cartas coleccionables en inglés, que contó con una tirada limitada en 1999 en sus primeras unidades.
Pertenece al set básico, el primero en salir justo con el boom del videojuego en Occidente, y el que ofrecía la colección original de Pokémon que podíamos encontrar en Kanto.
La subasta se realizó el pasado fin de semana a través de la web de Huggins & Scott Auctions y alcanzó el precio de 68.880 dólares. La caja, además del valor de coleccionismo que lleva implícito, ofrece 36 packs sin abrir de 11 cartas cada uno, que presentan en su interior una selección de 5 cartas comunes, 3 infrecuentes, 2 tokens de energía y una carta rara o foil. Tenéis la descripción oficial del objeto, cuyo comprador se desconoce, aquí.
Con un mercado y una serie de características que guardan muchas similitudes con los sellos y otros objetos de colección, el mundo de las cartas coleccionables es muy particular. Los aficionados a Magic: The Gathering conoceréis el alto precio que se pueden llegar a pagar por cartas en concreto o set y expansiones muy específicas. Hace unos años os relatábamos en Vandal el desborbitado precio que se llegó a pagar por una carta de Pikachu, que en un estado mint -o perfecto, sin haberse jugado-, alcanzó los 50.000 dólares.