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Fecha de lanzamiento:
XBOne, PC:
X360:
FICHA TÉCNICA
Producción: Electronic Arts
Distribución: Electronic Arts
Precio: 71,95 €
Jugadores: 1
Formato: Blu-ray
Textos: Español
Voces: Español
Online: hasta 12 jugadores
ANÁLISIS

Impresiones Titanfall

Después de hacerse de rogar por fin hemos podido probar el título debut de Respawn Entertainment, el que promete ser uno de los mejores juegos de 2014.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versiones Xbox One, PC, Xbox 360. También disponible en Ordenador y Xbox 360.

Cuando hace más de 5 años cogimos el mando en Call of Duty Modern Warfare no teníamos ni idea de la tremenda repercusión que tendría el proyecto. Nos encontramos, y siempre refiriéndonos al multijugador, con un juego ágil, frenético, con un dinamismo espectacular que nos hacía pasar horas delante del televisor sin darnos cuenta. Se introdujeron elementos como las rachas de baja o las ventajas, pero la clave más allá de estas mejoras y recompensas estaba en el ritmo de juego. Pocos tiros para abatir al enemigo, movimientos rápidos, escenarios de diseño inteligente…una combinación explosiva, que permitió que se extendiera la leyenda de Call of Duty hasta lo que tenemos hoy día: una franquicia multimillonaria que no falla a su cita anual.

Pero no estamos aquí para hablaros de la nueva entrega de la saga de Activision. Hace un tiempo, varios miembros del equipo original de Call of Duty decidieron desvincularse de la compañía debido a una serie de desacuerdos, aunque por suerte no han terminado su relación con los videojuegos. Todo lo contrario, de hecho. Este testigo repleto de talento lo ha recogido EA para echarles una mano en la creación de una nueva compañía, Respawn Entertainment, donde pueden desarrollar toda su creatividad sin problemas. Aunque es cierto que se ha hecho de rogar más de la cuenta, Titanfall, como se ha bautizado a la criatura, se dejó ver hace tan solo un par de meses.

Pero claro, los vídeos y promesas nos dejaban con ganas de hincarle el diente, y es que no es para menos. Esa mezcla entre el dinamismo de Modern Warfare más unos robots tripulados y unas dosis de parkour necesitaban un tiento, que no se ha terminado de concretar hasta hace solo unas horas. Lo hemos probado con calma durante dos partidas de idénticas características, y ya desde el segundo cero hemos sentido que estamos ante un juego especial, de esos que van a mantenernos enganchados durante mucho tiempo.

Pero antes de coger el mando no ha faltado el vídeo explicativo de este tipo de demos. En él nos han contado las distintas opciones y mecánicas de Titanfall. Por una parte tenemos un total de tres unidades para la infantería: soldado de asalto, piloto táctico y CQB. También hay otras tres para los Titanes, divididos de manera parecida: estándar, ágil y poderoso. No nos olvidamos del arma principal, la secundaria, una especial que afectaba a los Titanes y las granadas. Tampoco ha sido necesario que retuviéramos la utilidad de cada botón, ya que como era de suponer es un calco de lo visto en los Call of Duty modernos, sistema que ellos mismos estandarizaron cuando trabajaron en Infinity Ward. Aparte de esos detalles obvios para la mayoría de jugadores debemos destacar un dato que nos ha encantado. En Titanfall cada piloto cuenta con un jetpack que le permite realizar un doble salto y una ligera suspensión, útil para correr por las paredes. Pues bien, los escenarios han sido diseñados para que puedan ser recorridos sin tocar el suelo, algo que nos ha dibujado una sonrisa imaginando el tipo de partidas que se pueden dar entre jugadores experimentados. De esta manera se retuerce todavía más un género que aquí apuesta por la verticalidad en los combates, algo que tiene pinta de funcionar muy bien.

Después de explicarnos una curiosa característica que atañe al equipo perdedor del asalto (que explicaremos más adelante) nos hemos puesto a los mandos. Se trataba de la versión para PC, aunque como en Battlefield, tuvimos la opción de usar el mando de Xbox 360. La partida contaba con una introducción que quería darle un contexto a una campaña online llena de enfrentamientos. Éste en concreto nos señalaba la existencia de una persona en busca y captura, supuesto líder de un grupo terrorista. El bando enemigo era el de los secuestradores, mientras que los aliados tenían un papel de rescatadores, por así decirlo. En el fondo daba exactamente igual tanto el contexto como el bando que nos tocara, ya que todos teníamos las mismas opciones y el mismo objetivo: machacar al rival.

Cuando la partida se puso en marcha notamos esa seguridad que te transmiten los juegos bien diseñados. Tiene un inicio demoledor, con un Titán que nos advierte de un misil inminente que viene hacia nosotros, los pilotos. Ahí empieza la gresca. Podemos tocar el botón del salto varias veces para apoyarnos en las paredes e impulsarnos hacia arriba, algo parecido a la escalada de por ejemplo Assassin’s Creed. Es intuitivo, y sabes que aunque la cámara en primera persona no favorece en estas situaciones, el éxito está prácticamente asegurado. Enseguida probamos a surcar entre edificios buscando el punto de aparición del enemigo, y con una mezcla entre picaresca y la suerte del novato dimos con él, pillándolos de espaldas. Como perros viejos de Call of Duty que somos, acabamos con un par de rivales de golpe mientras los demás ofrecían una tímida resistencia. No sabemos exactamente si fue una racha de bajas o algo que debía tocar en ese momento, pero la cuestión es que en la pantalla apareció la opción de llamar a un Titán usando la cruceta. Señalamos hacia un páramo despejado, pulsamos el botón indicado y esperamos hasta "la caída del Titán".

Dentro del robot los controles son los mismos, pero la magnitud es muy diferente. Además, estas criaturas son lentas y no pueden saltar. De todas maneras no es necesario que sean ágiles, simplemente con la ventaja táctica que da su altura ya podemos iniciar la escabechina. Los Titanes tienen un arma para estas lides que cambia dependiendo de la clase que hayamos seleccionado. Primero probamos con el principal, con una ametralladora de gran calibre, y en la segunda partida le dimos una oportunidad al que porta el armamento pesado. Con éste el juego de luces y efectos de humo es toda una gozada, ya que dispara misiles que trazan tirabuzones en el aire, formando un auténtico caos. Para más señas, este caos puede aumentar gracias al arma secundaria de estos robots. Con el primero usamos un escudo electromagnético que frenaba las balas enemigas para poder devolverlas posteriormente, y con el segundo lanzábamos una granada de humo para poder alejarnos de la acción en momentos complicados.

Una peculiaridad ya vista en los trailers es el qué pasa cuando el robot está en las últimas. Como en un avión de combate tenemos la posibilidad de eyectar, avisándonos con un QTE que pide que pulsemos el botón repetidas veces. Saldremos volando evitando la muerte, y si somos lo bastante hábiles, podremos caer sobre Titanes enemigos para "conquistarlos". Estas variantes de combate, tanto la clásica, como la vertical o sobre los robots, tienen mecánicas diferenciadas, lógico por una parte, pero están magníficamente enlazadas. Digamos que no llegas a "notar" el cambio. Es algo natural, lo que ayuda a que el ritmo no baje en ningún momento. Parte de culpa la tiene tanto un motor Source perfectamente dominado (1080p y 60 fps estables como una roca), como la experiencia de estos ex Infinity Ward.

La sorpresa final ha llegado en los últimos segundos de partida. Hemos podido derribar Titanes en duelos cara a cara, usar las armas de la infantería para ralentizarlos y decenas de estrategias distintas, pero no nos esperábamos un desenlace de partida tan peculiar. Cuando la remontada es imposible contamos con una opción de huida para evitar males mayores, pero lo mejor es la manera de presentarla. Una nave marcará un punto de aterrizaje, y una cuenta atrás empezará a correr hasta que dicha nave llegue al lugar indicado. Nosotros debemos pensar en cómo llegar vivos hasta ahí, porque de hecho el rival también conoce el punto de encuentro, por lo que hay que jugar con el tiempo y con la cabeza. Si lo conseguimos, nos impulsaremos desde un edificio hasta dicha nave, para irnos con el rabo entre las piernas pero con ganas de revancha.

Así terminó una demo de dos partidas donde nos pasamos más de la mitad del tiempo invertido con la boca abierta. Es un videoclip de acción incesante, con un ritmo arrollador que se apodera de todos tus sentidos. Tiene un "feeling" que recuerda al primer Modern Warfare, incluso por la detección de impactos. Así que en definitiva, no será el mejor juego técnicamente ni el más original, pero sí el más redondo que hemos visto en la feria alemana. Todavía tendremos que esperar un tiempo para que salga al mercado, pero si tenías dudas sobre qué consola comprar, la exclusividad de Titanfall para Xbox One puede ser un gran motivo que haga inclinar la balanza. Apunta tan alto que es posible que compita con los mejores lanzamientos de 2014, y esto puesto en perspectiva, a todavía unos meses para que acabe el año, deja claro lo mucho que nos ha gustado.