La semana pasada os hablamos del modo para un jugador de Syndicate, la vuelta de esta saga de estrategia creada en 1993 por Bullfrog, la compañía por entonces de Peter Molyneux, creadores de éxitos como Populous y Dungeon Keeper. Os contamos que nos gustó mucho su estética, su particular atmósfera, y ciertos toques originales en su jugabilidad, como el hecho de poder interferir en el chip neuronal con el que cuentan todos los personajes, pudiendo empujar a los enemigos al suicidio o a que se unan a nosotros, por ejemplo.
Vimos elementos suficientes como para diferenciarse de otros muchos juegos de acción en primera persona, tanto por su apartado visual como jugable, y el estudio responsable detrás, los suecos Starbreeze Studios, han demostrado con anteriores obras como The Chronicles of Riddick o The Darkness, saber imprimir carácter y personalidad propia a sus juegos, por lo que creemos que el buen nombre de esta clásica saga de estrategia está a buen recaudo. Pero entonces solo os pudimos hablar de un breve nivel para un jugador que duraba unos diez minutos, que solo dejaba vislumbrar un poco de cómo será el juego, y no os pudimos contar la otra interesante parte que jugamos.
Además de la campaña para un jugador, contará con un modo cooperativo para cuatro jugadores, diferenciado de la historia principal. Esto es una genial idea, ya que los títulos originales de 1993 y 1996 –Syndicate y Syndicate Wars respectivamente- se caracterizaban por llevar a un grupo de cuatro agentes, y esto es exactamente lo que haremos en el cooperativo, jugar junto a otras tres personas. Serán un total de nueve misiones, y lo que es un puntazo, estarán basadas o inspiradas en el juego original, por lo que los más nostálgicos o mayores del lugar serán capaces de reconocerlas si lo jugaron en su día, y si tienen buena memoria.
La historia se sitúa en 2069, en un futuro en el que ya no gobiernan los políticos, sino unas megacorporaciones conocidas como los Syndicate, que controlan las diversas regiones en las que se divide el mundo desarrollado. Eurocorp, Cayman and Global y Aspari controlan todo gracias a los chip neuronales que los consumidores se implantan voluntariamente, siendo su puerta de acceso el dominante mundo digital, para así poder acceder a los datos y a la tecnología. Vivienda, medicina, banca, seguros, educación, entretenimiento y empleo, todo lo que un ser humano puede necesitar lo obtiene gracias a este chip neuronal, a cambio, los Syndicate tienen acceso a conocimientos sin precedentes, y el control sobre el individuo y su comportamiento. Los negocios se han convertido en una guerra, y los Syndicate no se detendrán ante nada para el dominio del mercado final, gracias a los agentes, unos soldados a su servicio mejorados mediante bio-ingeniería, que luchan con las armas tecnológicas más eficientes y letales.
Nosotros seremos un grupo de estos agentes resolviendo distintos conflictos por todo el mundo, y lo que no sabemos todavía es hasta qué punto este modo cooperativo tendrá una historia elaborada y compleja, o quizás solo sean misiones aisladas sin ninguna conexión. En cualquier caso, si ya nos gustó la campaña para un jugador, la demo cooperativa que pudimos jugar cuatro personas nos gustó todavía más. Aunque desde su anuncio y sus primeras capturas muchos se han atrevido a compararlo con el reciente y genial Deus Ex: Human Revolution, es curioso como a nosotros el juego que nos vino inmediatamente a la cabeza fue Mirror's Edge de DICE. El tipo de texturas, el uso del color, nos recordó a aquel magnifico juego, aunque luego una vez en faena, la obra de Starbreeze Studios demuestra su propia personalidad.
Los cuatro protagonistas, con un diseño cyberpunk muy logrado, cuentan con habilidades y características propias, y la cooperación será primordial para sobrevivir, como experimentamos en una misión titulada New England. Lo primero que nos llamó la atención es que se desarrollara a plena luz del día, algo no muy propio del cyberpunk, y hay que decir que los efectos de iluminación están muy logrados. La misión era, tras aterrizar es una especie de refinería o fábrica, extraer a dos personas sus chips neuronales. Avanzamos como una piña acabando con todos los enemigos que salían al paso en unos tiroteos clásicos del género, y algunas indicaciones en pantalla nos llamaron la atención.
En todo momento vemos la vitalidad de nuestros compañeros, y preguntamos a uno de los desarrolladores el porqué de esto. Nos comentó que es una manera de estar preocupados por el estado del resto de miembros del equipo, y que viendo si su salud está llegando a cero, poder dirigirnos a la zona y protegerle y ayudarle. En caso de que alguno de los miembros muera, un compañero podrá resucitarle. Pero esta acción tarda un rato en realizarse y te deja muy expuesto, así que si un componente del equipo juega a lo loco y cae constantemente, es muy posible que acabe rectificando su actitud, al ver todos los inconvenientes que está causando a sus compañeros.
Al igual que en el modo para un jugador, aquí también podemos piratear distintos dispositivos, incluido el chip neuronal de los enemigos. Empujarles al suicidio, que se unan a nosotros, o una torreta que nos está haciendo la vida imposible, podremos volverla en contra de los enemigos. El hacer uso de estas originales habilidades no hace que el juego sea más fácil, ni mucho menos, ya que cada vez que usamos una de estas habilidades tardan un buen rato en volver a cargarse. Tras unos cuantos tiroteos, hacer uso del dart overlay, una vista en blanco y negro que nos permite ver mejor a los enemigos, y fastidiar algunos de los ingenios mecánicos con los que nos recibían, nos vimos las caras con dos jefes, que resultaron ser los que poseían los chips neuronales que estábamos buscando.
Este combate fue durísimo, iban blindados y por más y más disparos que les dábamos no terminaban de caer, mientras íbamos viendo cómo su vitalidad descendía muy poco a poco. Al final con paciencia conseguimos vencerles, pero lo peor estaba por llegar. Tras derrotarles, les clavamos una jeringuilla en el cuello y les extrajimos el elemento que estábamos buscando, por lo que ya estuvimos listos para huir. Pero en nuestra fuga terminamos en una sala, un espacio mucho más cerrado que donde se había desarrollado la acción hasta ahora al aire libre. Este lugar estaba atestado de enemigos, y como colofón a esta dura batalla, nos enfrentamos a otro jefe, al que vencimos dramáticamente y tras sudar los cuatro jugadores mucho para conseguirlo.
Unos personajes podían curar, otros poner torretas, nosotros éramos capaces de sobrecargar el chip de los enemigos dejándolos paralizados durante unos segundos, y claro, las maravillosas habilidades como inducir al suicidio no se pueden usar con todos los enemigos, al estar algunos protegidos, y parte de estos cómo no son los jefes. Las armas nos gustan mucho, no son de momento revolucionarias con rifles, pistolas, escopetas de diseño más o menos futurista, pero disparan con mucha contundencia, en especial una escopeta con la que nos hicimos que mandaba a los enemigos por los aires, y que era un placer usar. Las animaciones de los personajes, muy "orgánicas", así como el movimiento de la cámara y su balanceo, son bastante originales, y junto a su estética y atmósfera le confieren una gran personalidad, difícil de explicar con palabras pero que en directo se percibe rápidamente.
Cuando nos quisimos dar cuenta, habíamos estado unos 20 minutos enganchados al juego sin levantar la vista un segundo de la pantalla, y tras acabar la partida, los cuatros jugadores estuvimos de acuerdo en que la experiencia había sido divertida y muy emocionante. No reinventa nada, ni siquiera vimos ideas especialmente brillantes u originales, pero consigue eso que no es tan fácil de alcanzar, el ser entretenido y desafiante, y que al conseguir el objetivo tengas la sensación de que lo has luchado y que te ha costado lo tuyo. Saber ser gratificante a la vez que divertido.
Quedan por conocer muchos detalles, por ejemplo en qué exactamente se diferencian las cuatro clases de personajes, ver para qué sirven los puntos que obtuvimos en la partida, que obviamente imaginamos será para mejorar nuestras características, y comprobar si las nueve misiones serán solo acabar con más y más enemigos o si bien sabrán ser variadas y nos propondrán situaciones interesantes que nos obliguen a utilizar nuestros increíbles poderes. Junto con el buen sabor de boca que nos dejó el breve nivel de la campaña para un jugador, y tras probar el entretenido cooperativo, tenemos muchas ganas de seguir viendo más de este juego, que nos parece una de las propuestas más interesantes para comienzos de 2012.