Spec-Ops The Line no estaba cancelado ni había desaparecido en combate. Desde el E3 del año pasado no habíamos vuelto a saber nada de este título que nos lleva a una Dubái envuelta en el caos tras una salvaje tormenta de arena, pero hoy, 22 de noviembre, es el día elegido por 2K Games para desvelar de nuevo este juego de acción en tercera persona desarrollado por los alemanes de Yager. Hace unos días, en Madrid, tuvimos ocasión de ver el juego de nuevo tras haberlo perdido de vista en junio de 2010, jugar varias de sus fases, y comprobar cómo cuenta una historia truculenta apostando por acción clásica en tercera persona combinada con algunos toques tácticos.
Ambientado en un futuro cercano, la historia nos cuenta la incursión de tres soldados americanos en una ciudad de Dubái arrasada por una tormenta de arena, y sumida en el caos como consecuencia. Los insurgentes dominan las calles, pero algo ha pasado con la división del Ejército americano desplegada en la zona; no se sabe si ha desaparecido, o si al comandante le ha dado un ataque de locura al estilo del coronel Kurtz de Apocalypse Now. Nuestro equipo de fuerzas especiales llega a la metrópoli de Emiratos Árabes Unidos con la misión de investigar qué ha pasado y salir con vida de una ciudad devastada.
Intentando no estropearos el juego, la historia nos ha sorprendido por el carácter crudo de algunos momentos. No es la típica lucha de americanos contra insurgentes, sino que el caos que se ha formado en Dubái hace que los enfrentamientos que de él resultan sean poco convencionales. Además de contar una historia cinemática en la que nuestro equipo va erosionándose psicológicamente a medida que descubren los horrores del pequeño infierno en el que se ha convertido la antaño esplendorosa ciudad, el juego nos obliga a tomar ciertas decisiones morales que tendrán consecuencias en cómo evolucionan los personajes.
Esta interesante historia sirve para sumergirnos en un juego de acción que tiene en su mecánica uno de sus grandes atractivos. En los últimos años han proliferado los juegos de acción con coberturas, y Spec-Ops "bebe" de ellos e integra un sistema que nos permite, usando dos botones, cubrirnos tras obstáculos, pasar de uno a otro, y saltar sobre ellos. Al mismo tiempo, añade un sistema táctico muy sencillo que consiste en indicar a nuestros compañeros los enemigos a abatir, uno por uno. Es un añadido que no resulta crucial para salir vivo de las situaciones, ya que nuestros compañeros cuentan con su propia iniciativa y nos ayudarán constantemente, pero que en ocasiones será muy útil, cuando estemos en una de esas situaciones peliagudas en las que los enemigos nos están flanqueando y necesitamos que alguien se haga cargo de ese francotirador peligroso lo antes posible, mientras nosotros intentamos acabar con el loco que lanza misiles.
Sobre todo, lo que nos ha gustado de Spec-Ops es que se puede jugar de muchas maneras, tanto de forma pausada, aferrándonos a cada cobertura mientras dure, como tomando ciertos riesgos e intentando acabar con los enemigos a cuerpo descubierto. Esto es peligroso, pero muy divertido cuando nos sale bien; nuestro soldado no puede resistir más de dos o tres impactos de bala, y el juego nos lo indicará haciendo que la pantalla se vuelva grisácea, obligándonos a buscar cobertura lo antes posible para no acabar muertos. Además, o al menos en la versión que hemos probado, el juego no es muy generoso con los puntos de control. Es decir, arriesgarnos más de la cuenta nos obligará en ocasiones a volver a empezar ciertas secciones, algo de lo que casi nos habíamos olvidado en los últimos años, pero que funciona bien como incentivo para hacer las cosas con prudencia.
Aparte, el juego bonifica nuestra habilidad. Son tiroteos contra enemigos convencionales con un repertorio de armas variado, y por lo tanto se ciñe a lo estrictamente realista, pero nos darán recompensas por acertar desde lejos, matar los enemigos eficientemente, lograr disparos a la cabeza o realizar ejecuciones, es decir, rematar al enemigo cuando esté en el suelo aturdido. Estas últimas nos reportarán munición extra, algo que escasea en el juego, por lo que nos veremos obligados a cambiar de armas, recogiendo las que nos dejan, en muchas ocasiones. Los disparos a la cabeza, así como otras acciones de habilidad como lograr volar por los aires a los enemigos con granadas, hacen que la acción del juego se ralentice durante unos segundos, entrando en una especie de modo a lo tiempo bala en el que podemos acabar con los enemigos más fácilmente. De ahí lo divertido de asumir ciertos riesgos.
Hay otro elemento del diseño del juego que era una de las cosas que nos destacaron en su momento: la arena. Dubái ha sido arrasada por una tormenta, y hay muchas partes de la ciudad que están llenas de arena, algo que podemos usar para nuestra ventaja. Podremos romper partes del escenario, provocando que la arena sepulte a los enemigos. También hemos visto partes de los edificios destruibles, y multitud de barriles explosivos y demás elementos que causarán un gran efecto si les aciertas con los disparos.
Las dos horas que estuvimos jugando nos dieron una buena impresión. No la de estar ante el juego más memorable de 2012, pero sí la de un juego de acción que, precisamente por no ser futurista, ni contra zombis, ni por proponer algún complicado sistema de táctica, resulta muy entretenido e incluso bastante fresco. Jugamos varias partes seleccionadas desde el principio hasta la mitad del juego, afrontando situaciones variadas y con un ritmo bastante cuidado. Desde tiroteos en zonas abiertas donde los enemigos intentaban flanquearnos hasta asaltos a distancia, intentando ocultarnos de peligrosos francotiradores. También algún que otro tiroteo a la desesperada. En todas ellas le marcamos algún objetivo al escuadrón, sin que fuese obligatorio ni crucial, y algunas situaciones las resolvimos con sigilo, sin que tampoco fuese imprescindible. Hay siempre alguna baza que jugar, pero no resulta obligado, y eso es algo positivo.
A nivel técnico, también ha mejorado bastante desde que lo vimos el año pasado. Las caras de los personajes son más creíbles, y los escenarios tienen una iluminación mucho mejor, dándole ese toque de decadencia que encaja muy bien con algunas escenas salvajes que veremos en la historia.
Spec-Ops: The Line ha revivido y tiene buena pinta. Nos han enseñado un modo para un solo jugador que parece muy interesante, tanto por la historia, que nos narra la espiral de locura en que se ha convertido Dubái, como por la jugabilidad, que combina bien varios elementos: coberturas, acción, habilidad y un toque táctico. Nos han confirmado que, aunque no habrá un modo cooperativo porque la historia se centra en el protagonista, sí habrá modalidades multijugador que todavía están por desvelar y que quizás deparen algo novedoso. Nos hemos llevado una agradable sorpresa con este juego, que creíamos desaparecido, y puede que más de un aficionado a la acción la comparta cuando salga en primavera de 2012.