Los rabbids en un principio se crearon como los enemigos que iban a aparecer en Rayman 4, pero fue tal el carisma y protagonismo que fueron ganando a lo largo del desarrollo, que al final derivó de un plataformas a un party game lleno de minijuegos, incluso abandonando Michel Ancel, creador de la saga, el proyecto. Irrumpieron en el mundo de los videojuegos con mucha fuerza y rápidamente se ganaron la simpatía del público, gracias a su humor, carisma y mala leche, lo que acabó originando en su propia serie, que ha recibido numerosas entregas en los últimos años, superando en número a los clásicos Rayman de plataformas.
Rayman Raving Rabbids, Rayman Raving Rabbids 2, Rayman Raving Rabbids TV Party, Rabbids: Mi Caaasa!!! –aquí ya prescindiendo del nombre de Rayman-, Raving Rabbids: Regreso al Pasado, Rabbids 3D y ahora este Rabbids: Vivitos & oKupando el salón. El primero de 2006 para todas las consolas del momento (PlayStation 2, Game Boy Advance, Nintendo DS, Xbox 360, Wii, PC), a partir de la segunda entrega se fue especializando en las consolas de Nintendo, Wii y DS, y además de tratarse de recopilaciones de minijuegos, ha coqueteado con otros géneros como la aventura y las plataformas, como pasó en Rabbids: Mi Caaasa!!! y Rabbids 3D.
Un saga quizás demasiado numerosa para ser tan joven, pero que no solo ha triunfado en el mundo de los videojuegos, sino también en el del marketing gracias a simpáticos muñecos y peluches. Ahora abandona la consola donde más a gusto se ha encontrado, Wii, para volver a Xbox 360, esta vez con la excusa de Kinect. Y quienes tengáis o hayáis probado este periférico de control por movimiento sabéis de lo que es capaz, y en el mismo momento que se anunció el juego, ya sentimos curiosidad por saber los extraños y alocados usos que le daría Ubisoft para divertirnos con sus carismáticos conejos. Hemos jugado una beta a fondo, sin poder investigar mucho en sus modos de juego, solo pudiendo probar las distintas pruebas, y os contamos cómo son todos los minijuegos a las que hemos tenido acceso.
En Rabbids-in-the-hole tienes que llevar a tres rabbids a la meta, activando diversas plataformas con las dos manos, los pies, e incluso la cabeza, recogiendo por el camino unos ítems que nos darán puntos. Hay fases estáticas y con scroll en movimiento, estas bastante más difíciles, y ya no digamos cuando tienes que sincronizar los pies y las manos a la vez. Ball of fire se desarrollada en una estación de bomberos. Nosotros somos un bombero agarrado a una cucaña mientras los rabbids no están tirando bolas de fuego. Tendremos que golpear estas bolas con la bombona de nuestra espalda, para que lo entendáis, como si fuera el clásico Arkanoid, y para movernos por la cucaña podremos, o bien levantar los brazos para subir, o agacharnos para bajar. Cada vez que golpeemos a la bola de fuego nos darán puntos, y hay varios ítems que hacen más grande nuestra bombona, más pequeña, uno que provoca que aparezcan tres bolas de fuego a la vez, e incluso uno que pone humo en la pantalla y no nos deja ver bien dónde estamos colocados. En resumen, un Breakout o Arkanoid de toda la vida pero con nuestro cuerpo, muy sencillo pero también divertido.
Rabbid-o-Matic es sin duda es una de las más curiosas y divertidas. Nos encontraremos con un rabbid dentro de un túnel de lavado de coches, con un cubo en la cabeza, y como no ve nada le tendremos que guiar. La manera de hacerlo será con nuestra voz, da igual lo que le gritemos, pero sí tendremos que hacerlo desde distintas posiciones. Dependiendo de dónde estemos colocados gritándole, hacia allí irá, y cuanto más fuerte le chillemos más rápido vendrá. El lavadero está lleno de trampas: rodillos, pinchos, escobas que se le estampan en la cara, baterías que le electrocutan, pastillas de jabón, y en vez de tener que evitar que las esquive tenemos que hacer todo lo contrario, intentar que se las "coma" todas, ya que nos darán más puntos.
En Snot Chewer nos vemos en la pantalla, un rabbid estornuda y nos deja colgando un moco de la nariz, al que se agarra. Para deshacernos del travieso conejo tendremos que agitar la cabeza trazando círculos para que el moco vaya cogiendo velocidad, y en el momento que los consideremos oportuno, tendremos que gritar para que el moco se corte y el rabbid salga disparado por el lado derecho de la pantalla, saliendo volando por la ventana y cayendo en la calle. Cuantos más metros de distancia alcance, más puntos conseguiremos. Una vez que está en el suelo, es bastante gracioso cómo llega un jugador de fútbol americano y le patea, no sabemos a qué viene, pero es difícil no sonreír las primeras veces que lo ves.
Whack a Rabbid es una prueba muy sencilla, pero curiosamente de las que mejor demuestra de lo que es capaz Kinect. Aquí nos vemos a nosotros en nuestra zona de juego, y empezaran a salir rabbids del suelo, como en aquellas máquinas de golpear topos con un mazo, solo que aquí lo tendremos que hacer con nuestros pies. Saldrán tanto hacia los lados como en profundidad, adelante y detrás, por lo que nos obligará a movernos por toda nuestra habitación o salón. Y no solo bastará con pasar por encima de ellos, sino que también tendremos que pisarles con ganas, ya que detecta la fuerza de nuestra pisada. Un minijuego que seguro encantará a los más pequeños de la casa.
Guitar: Zero con su nombre lo dice todo, una imitación del popular juego de Activision –ahora no tanto-, pero aquí tocando una air guitar, sí, nuestras manos al aire imitando una guitarra. Antes de empezar a jugar nos preguntan si somos diestros o zurdos –todo un detalle-, y con una mano tendremos que agarrar el mástil de la guitarra y con la otra rasgar las cuerdas. El mástil se divide en tres colores, y como en Guitar Hero, van bajando las notas de color y nosotros tenemos que tocarlas en el momento justo. Movemos la mano hacia arriba y hacia bajo del mástil para desplazarnos por los tres colores, con la otra rasgamos en el momento oportuno, e incluso tendremos solos, en los que si levantamos la pierna nos dan más puntos. Funciona sorprendentemente bien, y en la primera partida conseguimos un 95% de las notas, y se van desbloqueando según las superamos más canciones.
Big Brother es una especie de "escondite inglés". Unos Rabbids te están vigilando en un monitor y cuando no miran tienes que aprovechar para moverte a lo loco para conseguir muchos puntos. En el momento que vayan a mirar, tienes que esconderte. Por tanto, poder jugar bien a este minijuego dependerá de tu área de juego, y si tienes un objeto cerca tras el que esconderte. En Not seen, not caught nos vemos en pantalla, casi a oscuras, y unos focos nos buscan por todos lados. Nosotros tenemos que esquivarlos, moviéndonos, agachándonos, tumbándonos en el suelo, y todo el tiempo que estemos sin ser detectados recibiremos puntos. Los focos cada vez que se mueven de formas más complejas, e incluso al final casi nos obligan a realizar extrañas figuras y a ponernos de perfil para que no nos vean, muy divertido.
Wet Terror es el minijuego que posiblemente más nos pueda hacer reír junto a unos amigos. Estamos en un baño tras la cortina de una ducha, y unos rabbids se acercan peligrosamente hacia la bañera. Para que huyan, tendremos que hacer la figura que nos marcan en pantalla, en forma de sombra, y que si la mantenemos unos segundos espantará a los conejos. Poner forma de gorila, cocodrilo, aleta de tiburón, hacha, cañón, y para más escarnio, después de hacer el ridículo en alguna de estas posiciones siempre nos sacan una foto para que nos veamos. Risas aseguradas, sobre todo cuando nos pillan los rabbids, que miran tras la cortina de la ducha y se parten de risa ante nuestra desnudez.
Ahora llegan una serie de pruebas muy cortas y sencillas contrarreloj, en las que incluso cambia el estilo gráfico, apostando por los dibujos animados. En Rabbid Skin! tienes en las manos unos muñecos de unos ciervos, y ante la llegada de un rabbid cazador, tendrás que mover las dos manos por toda la pantalla evitando los puntos de mira para que no te disparan. En Run Some More! lo único que tenemos que hacer es correr sobre el sitio unos 90 metros antes de que se acabe el corto tiempo, por lo que básicamente tenemos que esprintar todo el rato. Turnipickle consiste en abrir un bote de pepinillos con el trasero, por lo que deberemos dar vueltas lo más rápido posible, algo que se puede conseguir incluso en menos de un segundo. En Headbutts unos rockeros aparecen en escena tocando música, y nosotros tenemos que agitar la cabeza y dar cabezazos como si nos estuviera volviendo locos lo que están tocando. Al comenzar Pie Face no estampan un pastel en la cara, y tendremos que mover la cabeza por toda la pantalla como si nos lo estuviéramos comiendo con la lengua, hasta dejar la cara del rabbid reluciente. Y por último Scanner Surprise, que consiste en quitarle el polvo rápidamente con las dos manos a la pantalla de un escáner, para poder ver que hay en el interior del rabbid.
Estos son algunos de los minijuegos que hemos probado aunque quedan todavía muchos por desvelar, pero esperamos que os hayan servido para haceros una idea de lo que os encontraréis en el juego. Todos ellos se pueden jugar al menos entre dos jugadores, y muchos entre cuatro. Incluso hay algunas pruebas que no podemos jugar solos, y que exigen al menos dos personas. Al final de las pruebas te muestran los puntos que has conseguido, y dependiendo de estos te valoran de una a tres estrellas, y nos van dando dinero representado en unos rollos de papel higiénico rosa, que servirá para desbloquear extras. Habrá un modo Party, y al parecer uno historia, pero todavía no lo hemos podido probar. Uno de los detalles que nos ha gustado mucho es que permite moverte por los menús además de con las manos, con el mando. No es que los menús sean especialmente torpes, pero el uso del mando agiliza mucho las cosas. Y respecto a los gráficos son lo que se podía esperar, si ya en la versiones de Wii estos conejos lucían muy bien, en juegos muy coloridos y simpáticos, en Xbox 360 todavía se ven mejor.
Rabbids: Vivitos & oKupando el salón se va a convertir en cuanto aparezca y sin muchos problemas en el mejor título de minijuegos para Kinect, si ningún otro juego de aquí a Navidad lo remedia. Pruebas muy variadas, simpáticas y para toda la familia, y un fuerte componente multijugador hasta para cuatro personas, que hacen que se vaya a convertir en motivo de diversión para cualquier reunión de amigos o familiares. Quedan por ver más pruebas, comprobar si se pule la detección y el control de algunas que hemos probado, pero en líneas generales, es lo que se espera de este título. Además del innegable carisma de estos conejos revoltosos, que ponen su toque de humor por todo el juego. A partir del 3 de noviembre podréis divertiros con él, en exclusiva para Xbox 360 y Kinect.