Quien escribe estas líneas nunca ha sido especial aficionado de esta polémica saga, -anciana ya en esto de los videojuegos, pero enormemente popularizada a partir de su tercera entrega-, hecho que empezó a cambiar cuando Rockstar Games, su compañía creadora, decidió por fin revelar alguna información de esta primera aparición de la saga en la nueva generación de consolas.
Algo me atrajo especialmente: la elección de Nueva York como ciudad en la que transcurren los hechos, al igual que en GTA3. Ya desde el primer trailer pudimos ver que, bajo el nombre de Liberty City, la representación de la ciudad más popular del mundo se veía precisa y realista, aunque no exenta de cierto sentido del humor.
Todo el mundo hablaba de Liberty City. Daba la impresión de que la propia aventura iba a pasar a un segundo plano, eclipsada por el escenario en el que se desarrolla.
El pasado jueves 21 Vandal Online tuvo la oportunidad de acudir a las oficinas de Rockstar en Londres para probar una versión avanzada del que es sin lugar a dudas el lanzamiento más importante del año. En ella pudimos comprobar que, a pesar de reutilizar una fórmula que empieza a sufrir cierto desgaste, GTA4 consigue resultar enormemente atractivo al jugador gracias a la impresionante representación de Nueva York, al perfeccionamiento de su jugabilidad -ya de por si buena- y a la diversión continua que ofrece, bien gracias a la libertad absoluta de la que goza el jugador o gracias a unas misiones que, lejos de ser un mero trasfondo, consiguen crear situaciones de acción variadas y muy entretenidas.
Se dice que es fácil reconocer a la gente que viaja por primera vez a Nueva York. Se les identifica porque van caminando por la calle con la vista hacia arriba, siguiendo la altura de los rascacielos. Lo primero que se hace al jugar a Grand Theft Auto 4 es emular esa primera visita. Caminar entre los rascacielos de la Quinta Avenida, pasar la tarde en Central Park, dar un paseo por Chinatown y Little Italy, acercarse con cuidado a Harlem o, como no, visitar la Zona Cero y el Empire State Building.
Todo esto, exclusivamente en Manhattan. En GTA4 podemos visitar cuatro de los cinco borough ("condados" en los que se divide la ciudad), con la excepción de Staten Island (el menos conocido y que queda más al sur), además del llamado "sixth borough", el sexto condado, Nueva Jersey. Los otros tres son El Bronx, Queens y Brooklyn. La ciudad es perfectamente reconocible en todos sus distritos, aunque naturalmente el mayor detallismo podemos encontrarlo en Manhattan.
La demo que jugamos consistía de dos partes. Una de ellas, centrada en el modo historia, con diversas misiones y muchas opciones de juego pero con un mapa reducido a la zona de acción. La otra, para "perder el tiempo" por todo el escenario, sin misiones que hacer. Resulta evidente que en todo el tiempo que jugamos no pudimos ver ni una ínfima parte del juego, ya que fundamentalmente ocupamos nuestro tiempo en ir a los sitios más conocidos y en descubrir las diferentes posibilidades jugables. Todos los (muchos) jugadores que esperen un escenario gigantesco (visto el precedente creado por GTA: San Andreas, no es de extrañar que las expectativas sean elevadas) pueden quedarse tranquilos. Hay kilómetros y kilómetros de ciudad para recorrer.
Empezamos la demostración haciendo algunas misiones. Recordemos un poco la historia del juego, para aquellos que no estén muy al día. Niko Bellic, un ciudadano de Europa del Este (con un acento fortísimo, al menos en versión original), emigra a Estados Unidos en busca de un mejor porvenir, animado por su primo Roman, que afirma estar viviendo de maravilla en Liberty City. Esto resulta ser un engaño, y al final Niko tendrá que dedicarse a asuntos un tanto ilegales para salir a flote. Así, las misiones habitualmente consistirán en asuntos tales como asesinatos, robos de mercancía, hacer de ‘taxi’ para algún pez gordo... Le echaremos de vez en cuando un cable a Roman, a la vez que intentamos ganarnos la confianza de algún que otro mafioso. Dado que jugamos misiones salteadas, no pudimos ver una evolución de la historia, pero tampoco parece que vaya a ser algo especialmente destacable.
Sin lugar a dudas lo mejor de las misiones son las situaciones que se crean. Tiroteos callejeros, persecuciones en coche, asaltos a casas... A pesar de que todas las tareas se pueden reducir a masacrar a tiros todo lo que veamos, cada una tiene una serie de detalles y trucos que las hacen diferentes y divertidas. Pudimos probar los nuevos movimientos y acciones, siendo lo más relevante la opción de resguardarse tras los muros, al más puro estilo Gears of War. Nos acercamos a una pared, pulsamos un botón, y podemos disparar sin apuntar (con total protección) o asomarnos lo justo para apuntar con el gatillo, con riesgo de ser alcanzados. Novedad también es el sistema de apuntado libre, siendo lo más efectivo el disparo en la cabeza. Resulta muy sencillo de utilizar y enormemente práctico.
El perfeccionamiento general de los controles es perceptible. Mención especial para el manejo de los coches, más realista. Es más difícil conducir de forma digna (sin ir arrancando farolas y semáforos), en parte porque el sistema de daños de los vehículos (bastante avanzado pero, naturalmente, lejos de lo que ofrecen juegos como Forza Motorsport 2) influye de forma sensible en el control. En cuanto tenemos una rueda pinchada -situación que ocurre con frecuencia- resulta muy conveniente ir buscando otro transporte. Por otro lado, las distintas clases de coches ofrecen una conducción muy dispar, con diferentes velocidades, tiempos de frenado o capacidades de giro. Es abismal el contraste entre el cochecito de los helados y un buen deportivo. La calidad del vehículo se percibe hasta en su GPS, con distintos cálculos de rutas, incluyendo en los mejores coches guía por voz. En cuanto a la radio, en esta ocasión cuenta con 14 emisoras de distintos géneros musicales. Además se ha incluido una divertida animación de romper el cristal cuando robemos un coche por la calle, en vez de abrir la puerta por la fuerza.
Formando parte de la lista de mejoras se encuentra la posibilidad de apuntar cuando disparamos desde un vehículo. De forma similar a como lo hacemos por la calle, al sacar la pistola por la ventanilla podemos presionar un gatillo e ir fijando nuestros blancos. Lo cierto es que ayuda muchísimo a que no nos volvamos locos en determinadas situaciones caóticas. Además, ahora en mitad de una persecución podemos dar esquinazo a la policía cambiando de coche cuando no nos vean directamente, siendo un método excelente de huida. En general la lista de vehículos no se ha visto demasiado modificada, contamos con los típicos turismos, lanchas motoras, motos (mención especial al transporte más manejable del juego: la scooter) o helicópteros. Como detalle, en estos últimos podemos intentar acabar directamente con el piloto o con el artillero que va a bordo en vez de volarlo directamente por los aires.
Merece mención especial el uso del metro, ya sea subterráneo o por la superficie. Podemos tomarlo en cualquier estación y disfrutar de un paseo por la ciudad impresionante, bajándonos cuando queramos. La vista puede ponerse en tercera persona, viendo el tren por las vías, o en primera, como si fuéramos el tren. En cualquier caso, un espectáculo visual.
Siendo más particulares, vimos algunos detalles más curiosos que importantes. La cámara lenta en saltos altos, caídas, o muertes espectaculares de enemigos (en una misión, hacemos de francotiradores desde un rascacielos fusilando a unos mafiosos apostados en grúas de obras… el golpecito es impresionante); el uso del teléfono móvil para comunicarse en las misiones, empezarlas o retomarlas; silbarle a un taxi cercano para que nos recoja; las diferentes conversaciones que tienen los protagonistas en las mismas misiones (al repetirlas, por ejemplo, charlan de cosas diferentes en los trayectos). El juego destila detallismo por doquier, y resulta ciertamente imposible hacer una lista de todas las curiosidades que encierra.
Si nos movemos al apartado técnico podemos hablar de un juego cercano al sobresaliente. Destacan especialmente los efectos de luces y las animaciones. Como en anteriores GTA, el tiempo va avanzando y da paso al día y a la noche, con sus distintas ambientaciones y situaciones. En esta ocasión, dos minutos de juego equivalen a una hora. En cuanto a los efectos meteorológicos, la nieve será la única ausencia, con una lluvia tremendamente conseguida. En general el juego cuenta con un nivel gráfico de calidad. Los reflejos en las calles (eso sí, con planos cercanos), la infinita variedad de texturas, los modelos de peatones, coches o edificios, las explosiones… Aunque sin lugar a dudas, lo más impresionante de todo es la ausencia total de tiempos de carga. Se puede recorrer el escenario sin un solo impedimento de este tipo. Lo más probable es que el juego vaya cargando poco a poco a medida que nos movemos, lo cual tiene como consecuencia negativa la aparición -escasa, eso sí- de ‘popping’ (generación repentina de modelos, como edificios o árboles). GTA4 destaca igualmente por la fluidez de su puesta en escena; el juego va suave como la seda hasta en los momentos de más acción. Lamentablemente los edificios siguen sin ser destructibles, lo que nos deja sin unas escenas que serían sin duda muy espectaculares. ¿En la siguiente entrega tal vez?
Vuelve a destacar, por encima de todos los aspectos jugables o técnicos, la absoluta libertad con la que cuenta el jugador. Las opciones son casi infinitas.
En general, la sensación que se queda tras jugar a esta demo es que Grand Theft Auto 4 no decepcionará a nadie. Mantiene la filosofía que tanto éxito le ha dado en el último lustro, pero encima adaptada a la ciudad más popular del mundo. Las vistas nocturnas del puente de Brooklyn iluminado, los paseos por las grandes avenidas, las visitas a lugares universalmente conocidos… Es probable que Liberty City sea a priori una mera espectadora de la acción, pero lo cierto es que resulta tener un papel totalmente protagonista.
Para concluir, decir que la única versión disponible era la de Xbox 360, aunque las diferencias con la versión de PlayStation 3 es probable que no vayan más allá de los episodios descargables exclusivos de la primera. Al preguntar por el modo multijugador, la única respuesta que recibimos fue "se sabrán cosas el próximo mes", con un secretismo y una pícara sonrisa que hacen intuir que se avecina algo importante. Visto lo visto, cualquiera desconfía a estas alturas de Rockstar. Grand Theft Auto saldrá, si nada lo impide, el próximo 29 de Abril simultáneamente en todo el mundo para Xbox 360 y PlayStation 3. Desde aquí queremos agradecer a la gente de Rockstar London el tratarnos tan bien a pesar de nuestras continuas -y en ocasiones absurdas- preguntas, y también a Ana Lafuente de Take Two España, que nos acompañó durante el viaje.