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Fecha de lanzamiento:
X360:
FICHA TÉCNICA
Desarrollo: Starbreeze
Producción: 505 Games
Distribución: Xbox Live
Precio: 1.200 Microsoft Points
Jugadores: 1
Formato: Descarga
Textos: Español
Voces: No
Online: No
ANÁLISIS

Impresiones Brothers: A Tale of Two Sons XBLA

Starbreeze abandona las armas para crear una bella y relajante aventura descargable, el viaje de dos hermanos para curar a su padre.
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Actualizado: 21:31 17/8/2020
Versión Xbox 360. También disponible en Ordenador, PlayStation 3, PlayStation 4, Xbox One, iPhone, Android y Nintendo Switch.

Los suecos Starbreeze Studios sorprendieron a todos en 2004 con The Chronicles of Riddick: Escape from Butcher Bay, uno de los pocos juegos basados en una película que era sobresaliente, y que además técnicamente era un prodigio en la primera Xbox, con unos gráficos que costaba creer que pudiera mover la consola de Microsoft. Tres años después debutaron en la nueva generación con el notable shooter basado en un cómic The Darkness, y en 2009 volvieron para realizar una especie de remake del juego que tantas alegrías les dio, The Chronicles of Riddick: Assault on Dark Athena.

El año pasado lanzaron Syndicate con Electronic Arts en la producción, un reinicio de esta clásica saga de estrategia convertido en un genérico título de acción en primera persona, un gran batacazo en ventas que ha provocado que se replanteen su futuro.

Tras varios años creando frenéticos y bastante ambiciosos juegos de acción, su nuevo trabajo es algo completamente opuesto a lo que venían realizando, Brothers: A Tale of Two Sons, un título descargable para PC, Xbox Live y PlayStation Network.

Ayer en Londres gracias a un evento organizado por 505 Games pudimos probarlo por primera vez, y charlar con su director, Josef Fares. Un director de cine libanés, afincado en Suecia desde los diez años, y que ha cosechado bastante éxito con varias películas, ahora metido en la aventura de hacer videojuegos, con las ideas muy claras. Amante de juegos como Journey, en Brothers: A Tale of Two Sons nos contará una sencilla historia, de cómo dos hermanos tienen que encontrar el Agua de la vida para curar a su padre de una muerte segura. Una narrativa sin cinemáticas ni diálogos, simplemente valiéndose de las imágenes, en una experiencia relajada, pausada y accesible, recorriendo bellos paisajes de estética escandinava, sin escenas de acción, con unos controles muy sencillos.

Aunque por las imágenes que acompañan a este texto podéis ver que se trata de una aventura cooperativa con dos personajes, lo más curioso de este juego es que es para un solo jugador, ya que controlamos a los dos hermanos a la vez con nuestro mando. Con el stick izquierdo y el correspondiente gatillo –LT, L2-, manejamos al hermano mayor, con el stick derecho y el gatillo del mismo lado del mando –RT, R2-, controlamos al hermano pequeño. Con RB, LB o L1, R1, giramos la cámara que sigue la acción, y ya está, no se usan más botones, así de sencillos son los controles. Las acciones son contextuales, y dependiendo de dónde nos encontremos, cerca de qué objeto o persona, al pulsar el botón de interactuar, haremos una cosa u otra, dependiendo del hermano.

Por ejemplo al empezar la demo nos encontramos con una anciana sentada en una silla mecedora. Si interactuamos con ella con el hermano mayor, este le enseña un mapa para que le indique el camino a seguir en su búsqueda del Agua de la vida. Si pulsamos el botón de acción con el hermano pequeño, este empieza a mecer a la anciana, sin ningún propósito concreto. Las acciones ante un mismo objeto o persona, reflejan la personalidad de los dos hermanos. El mayor más valiente, serio y responsable, el pequeño travieso, juguetón y miedoso.

Unos pasos más adelante nos encontramos con un hombre de avanzada edad ensimismado en el cuidado de sus flores. Si nos acercamos con el hermano mayor, este intenta llamar su atención respetuosamente, con un ligero toque en la espalda, que no sirve para mucho. Si interactuamos con el hermano pequeño, este le pega un azote en el culo, partiéndose de risa y dando un gran susto al anciano. Siempre ante algo con lo que interactuar cada hermano se comporta de una manera diferente, acorde a su personalidad.

Se puede interactuar con muchos elementos de los escenarios, y de hecho en una gran mayoría de los casos no sirve para nada, es simplemente por el puro placer de experimentar. La pantalla carece de ningún tipo de interfaz, está completamente limpia, y no hay coleccionables y objetos para recoger, no es un videojuego clásico en ese sentido. Otro ejemplo de las cosas que podemos hacer sin que influyan en el desarrollo de la aventura, se produce al encontrarnos con un niño que está jugando al baloncesto. Podemos quitarle la pelota y tirar a canasta, o bien tirarla al fondo de un pozo, con el correspondiente berrinche del pequeño. Esto no sirve aparentemente para nada, pero consigue que el jugador más curioso quiera experimentar con el entorno, para ver las cosas que podemos hacer y las diferentes reacciones, sin esperar nada a cambio.

No hay acción directa, no cogemos armas ni tenemos que luchar contra enemigos, aunque esto no quiere decir que no nos enfrentemos a diferentes peligros. Hay una escena con un amenazante perro al que tenemos que sortear, y para ello un hermano debe llamar la atención del animal mientras el otro se mueve por su espalda, alternando estos roles hasta superar la situación. Habrá pequeños puzles y rompecabezas en los que tengamos que realizar acciones conjuntas entre los dos hermanos, sacando partido a las peculiaridades de cada uno. Algunos ejemplos evidentes son alcanzar un lugar que solo el hermano mayor con su altura puede, o coger un objeto pesado que el pequeño no podría ni levantar del suelo.

Nos cruzamos en nuestro camino con cosas aparentemente inservibles, que en algún caso puede que tengan repercusión en el futuro. Una jaula con un pájaro dentro, al que podemos liberar, y si lo hacemos nos dijo su director que es posible que nos lo encontremos más adelante en una peculiar situación. En una explanada nos topamos con un grupo conejos, cuatro de color negro y uno blanco, y si cogemos a este último con el hermano pequeño lo podemos tiznar de negro en las cenizas de una hoguera, integrándolo en el grupo que le había dado de lado por su color. Algo que no sabemos para qué sirve, no es necesario para avanzar, pero que podemos hacer. Como también sentarnos en bancos y contemplar los bellos paisajes, una acción sin otro motivo más allá de recrearnos la vista.

El control al principio es un poco confuso, eso de manejar a dos personajes a la vez, uno con cada stick, no es algo muy habitual, pero pronto te acostumbras, dado que la jugabilidad es muy sencilla, solo con un botón por hermano para interactuar. Aunque la demo que jugamos era muy sencilla y relajante, por un vídeo que nos enseñaron parece que más adelante viviremos escenas más tensas y complejas, momentos de acción que requerirán de nuestros reflejos y coordinación, aunque nunca sin abandonar su bella estética y un ritmo tranquilo, para jugar relajadamente. También por lo que nos contaron, parece que será una aventura corta, en la línea de muchos juegos independientes, que no creemos que dure más allá de tres o cuatro horas.

Brothers: A Tale of Two Sons es de esos juegos pequeños y poco ambiciosos que se agradecen y reciben con los brazos abiertos por aquellos que estamos un poco cansados de tanto juego grandilocuente y espectacular lleno de violencia. Una aventura bonita, relajada, que invita al jugador a experimentar con su mundo sin esperar nada a cambio, con pequeños puzles y momentos de habilidad, teniendo que controlar a dos hermanos a la vez. Saldrá a lo largo de esta primavera, todavía sin precio ni fecha definidos, y aquellos sedientos de propuestas distintas no deberían perderlo de vista.

Redactor