Hace ya unos cuantos añitos, allá por el año 2000, salió en PC American McGee's Alice, un juego que partía del mundo y los personajes de Alicia en el País de las Maravillas para luego deformarlo y convertirlo en algo lúgubre y sangriento. El juego tuvo buenas críticas aunque mucha gente se quedó sin jugarlo. Ahora EA nos trae la segunda parte, Alice: Madness Returns, que promete seguir por la línea del primero y llegar esta vez a un público mayor gracias a su lanzamiento en tres plataformas (PC, Xbox 360 y PS3).
La historia del juego comienza poco después del final del primer juego. Sin meternos en desvelar demasiadas cosas de la primera parte, contaremos que todo comenzaba con el incendio de la casa de Alice en el que muere toda su familia, algo que hace que la joven se vuelva loca y acabe en un psiquiátrico.
Poco después el Conejo Blanco le pide ayuda y ella acaba en un País de las Maravillas deformado en el que tiene que luchar por sobrevivir y acabar con el déspota reinado de la Reina de Corazones. Esta segunda entrega comienza con una Alice que ha tenido una nueva recaída por la que acaba de nuevo en este mágico mundo, otra vez deformado y peligroso que deberá recorrer para poder salvarlo y salvarse a sí misma.
Un juego con regustillo clásico
Lo primero que llama la atención del juego es su jugabilidad y sus proporciones, que recuerdan más a los juegos de las dos últimas generaciones. Esto no es nada negativo, de hecho a nosotros nos ha encantado, pues hoy en día, cuando se llevan otro tipo de juegos, echamos de menos estas fórmulas más clásicas pero adoptadas a los tiempos que corren. Así, Alice combina plataformas con momentos de acción y la necesidad de ir activando cosas para avanzar. Aunque por las demos que jugamos parece que lo que más peso tendrá en el juego serán los momentos de plataformas, también nos encontraremos con bastante acción (aunque no parará demasiado el ritmo de juego) y algunos momentos de exploración que nos permitirán encontrar, entre otras cosas, las memorias de Alice, recuerdos que nos permitirán saber más de su pasado.
Los niveles se dividen como en salas o zonas no excesivamente grandes (al menos a nivel jugable, ya que en las que son exteriores si podremos ver bastantes cosas en la distancia) que iremos superando para avanzar. Además de su salto (que podrá encadenar hasta tres veces, teniendo además la opción de flotar en el aire para caer con suavidad o llegar más lejos), la joven tendrá un arsenal interesante a su disposición. Su arma principal será un cuchillo, rápido aunque no muy dañino, aunque también contará con un mazo, más lento y demoledor, una ametralladora de vapor, una especie de lanza granadas o la posibilidad de enviar conejos bomba.
Para acceder a las armas lo haremos con los botones X e Y para las dos primeras (chuchillo y mazo respectivamente) y a través de la cruceta para las dos últimas, que además se dispararán con los gatillos, debiendo apuntar para disparar (estas armas no tendrán munición, pero sí se irán calentando según la usemos). Por último, Alice podrá cubrirse con un paraguas para así reducir los daños que sufra. Otro detalle será que cuando estemos a punto de morir, Alice podrá entrar en una especie de modo furia y su poder de destrucción aumentará considerablemente.
Pero además de todo esto, Alice podrá reducir su tamaño en cualquier momento, lo que le servirá para meterse en recovecos pequeños, aunque deberemos tener en cuenta que mientras estemos en este tamaño no podremos saltar, ni atacar ni cubrirnos, por lo que nuestras acciones serán muy limitadas. Otra utilidad que tendrá ser pequeños es que podremos ver ciertas plataformas invisibles que nos permitirán llegar hasta lugares aparentemente inaccesibles. Mientras seamos diminutos las veremos y en cuanto volvamos a nuestro tamaño normal se desvanecerán, aunque lo harán poco a poco, por lo que podremos intuir su posición para saltar hacia ellas.
Un País de las Maravillas deformado
Una de las cosas que más llama la atención sin duda es el apartado artístico del juego. Nos encontraremos con una versión del País de las Maravillas deformado y tétrico, con criaturas monstruosas que, en muchos casos, estarán mezcladas con piezas metálicas. La propia Alice tiene un aspecto de lo más siniestro, tanto por la palidez de su piel como por los distintos trajes que llevará, varios de ellos salpicados por sangre. No mucho más saludable es el aspecto de los enemigos, algunos realmente perturbadores, que a buen seguro nos dejarán bastante impresionados. En cuanto al apartado técnico, el juego cumple sin problemas, aunque quizás debido al tipo de juego que es y sus proporciones, no destaca tanto como otros títulos de la generación actual. Aún así el juego es bastante competente en este apartado y cuenta con algunos puntos realmente brillantes, como el movimiento del pelo de Alice, realmente espectacular.
La impresión que nos ha dado Alice: Madness Returns ha sido muy buena. En parte ha sido como jugar a un juego de hace unos años, una sensación que echábamos de menos sobre todo, si como es el caso, han sabido mezclar una jugabilidad más clásica con un apartado técnico actualizado. Creemos que este Alice puede convertirse en una propuesta estupenda para los que quieran recuperar una fórmula que sigue funcionando. Además, el juego cuenta con un cuidado apartado visual, especialmente desde el punto de vista artístico, que lo hace realmente bonito a la hora de jugar. Sin duda estamos esperando tenerlo en nuestras manos para poder acompañar a Alice en su viaje hacia la locura.