Cualquier jugador que se precie conoce Final Fantasy, una de las franquicias de rol más importantes de toda la historia de los videojuegos. Sin embargo, no todos los jugadores conocen a las personas que estuvieron detrás del proyecto original, así como de las continuaciones que fueron llegando los años venideros hasta llegar a la decimotercera entrega, recién estrenada en la nueva generación de videoconsolas. Hironobu Sakaguchi está considerado el creador de la serie, y, después de muchos años al frente de Squaresoft -antes de su fusión con la compañía rival del momento, Enix-, el productor y desarrollador decidió abandonar la compañía que le había servido de inspiración durante toda su carrera para formar, modestamente, un estudio mucho más íntimo, con el fin de llevar a cabo sus proyectos más personales, sin la presión de las grandes firmas y con todo el tiempo para poder concebir sus videojuegos.
Así, poco a poco se fueron conociendo los primeros proyectos de Mistwalker para Xbox 360. Blue Dragon, un juego de rol clásico con los personajes sacados del pincel de Akira Toriyama; Lost Odyssey, la obra más personal -hasta la fecha- de Sakaguchi que encantó a muchos -y desagradó a otros pocos-; y Cry On, la última obra para la consola de Microsoft que lamentablemente fue cancelada hace unos meses. Por otra parte, el estudio iba realizando, paralelamente, diversos proyectos para Nintendo DS, como la continuación de Blue Dragon o ASH, una obra muy esperada que apareció hace años en el territorio japonés y que tiene muchas papeletas para no pisar tierras españolas. Sea como fuere, Mistwalker ya se ha asentado en la nueva generación de videoconsolas, y parece ser que los ojos del productor japonés se han posado en la máquina revolucionaria de Nintendo, puesto que su última obra, apodada The Last Story, aparecerá en exclusiva para Wii, empleando sus excelentes cualidades para ofrecer una experiencia que promete ser única.
La última historia
Como era de esperar, y más teniendo en cuenta la mente detrás del proyecto, el mundo que nos presenta The Last Story tiene una mezcla de espadas y magia muy conocida dentro del género. La trama nos llevará a la región peninsular de Ruli, una rica ciudad donde existe una economía mercantil muy provechosa para sus habitantes. En esta zona reside el conde Alganan, un importante líder -y pieza clave en la trama- que tiene conocimientos sobre magia y poderes esotéricos que tanto gustan entre los jugadores del género. Paralelamente existe una guerra en la que la ciudad de origen de nuestros protagonistas no está involucrada, pero pronto seremos cómplices de pretensiones políticas, conspiraciones en forma de ataques y multitud de eventos más que llevaran a nuestra pareja de héroes a recorrer los rincones más inhóspitos del territorio para intentar, de nuevo, restablecer la paz en el mundo.
De momento todavía existen muchas incógnitas acerca del argumento final de la obra, y es que, como viene siendo habitual en Mistwalker, la información suele llegar a cuenta gotas para evitar destripar tramos de la historia fundamentales para la buena comprensión y disfrute del título. El directivo ya ha afirmado que The Last Story planteará conflictos al jugador, además de intentar tocarle la fibra más sensible introduciendo conceptos más humanos que los típicos protagonistas adolescentes que salvan el mundo. El miedo a expresar los sentimientos más profundos, la toma de decisiones en momentos críticos, la falta de una figura paterna dentro de la familia -y lo que conlleva la extraña desaparición de éste- y multitud de sorpresas son los conceptos que plantea llevar la desarrolladora al jugador. Y, viendo el currículum de ésta, podemos afirmar que tienen un buen camino recorrido a la hora de querer transmitir algo más que un simple videojuego de rol donde los tópicos están a la orden del día.
Eso sí, además de los aspectos humanos de la obra, también está claro que harán aparición los típicos monstruos, los enemigos poderosos -y carismáticos-, las magias y varios elementos fantásticos para dotar al videojuego de ritmo y evitar convertir una aventura "demasiado real" en algo "demasiado aburrido".
Librando batallas con el Wiimote
Además de la parte social y de aventura, la obra plantea un nuevo sistema de combates que promete, como mínimo, ser uno de los conceptos claves a la hora de presentar la obra. Para empezar, el juego se desentiende completamente de los elementos clásicos al cual nos tiene acostumbrados las desarrolladoras japonesas, sino que nos encontraremos batallas mucho más dinámicas y activas que, por suerte, no se centrarán únicamente en pulsar un botón o dar determinadas órdenes a nuestros compañeros. Todavía no está muy claro cómo será el sistema final, sin embargo, los papeles sobre la mesa afirman que será una mezcla entre turnos y tiempo real, haciendo las batallas lo suficientemente dinámicas como para no aburrir mientras que, por otra parte, nos obligarán a pensar estrategias continuamente.
Uno de los elementos más importantes dentro de la batalla será hacia dónde miran nuestros personajes y los enemigos, ya que depende de sobre quién pongan los ojos tendremos que decidir una estrategia u otra. Por ejemplo, si un enemigo muy fuerte mira fijamente al héroe más débil, tendremos que atraer su atención para intentar que no acabe con su vida en un santiamén, así como para realizar ataques "cebo" donde un personaje se lleva todos los ataques mientras los demás cargan un ataque extremo que pueda acabar de un solo golpe con la amenaza. A priori estos conceptos pueden resultar un poco complicados, sobre todo si no contamos con videos que reflejen la situación de los combates, sin embargo, la desarrolladora ya ha confirmado que el sistema no será excesivamente complicado, y, teniendo en cuenta que estamos en un proyecto de Wii, las funcionalidades exclusivas del mando de Nintendo agilizarán el proceso sin ningún tipo de duda. O, al menos, esperamos que sea así.
En cuanto al motor del videojuego, Mistwalker está haciendo todo lo posible para contentar a los jugadores más tecnicistas de la consola de Nintendo. Es por ello que no está escatimando a la hora de pulir los gráficos para ofrecer una experiencia de juego acorde con el año en el que vivimos. Las imágenes ofrecidas hasta la fecha no podrían lucir mejor, y cuesta creer que un estudio que está desarrollando su primera obra para la videoconsola del mando revolucionario consiga exprimir el potencial de ésta como lo está haciendo la misma Nintendo. Hasta ahora no se han mostrado demasiadas imágenes in-game de la obra, pero sí que se han visto algunas procedentes de revistas que han dejado las cosas claras a los que alguna vez dijeron que la consola de Nintendo era inferior técnicamente a las de la denominada alta definición.
Aún falta mucho
The Last Story todavía no tiene una fecha concreta en Japón, y mucho menos un lanzamiento fuera de las fronteras japonesas, por lo que no es inusual pensar que hasta el año que viene no podremos disfrutar de la última obra de Mistwalker. Por otro lado, y teniendo en cuenta que muchas desarrolladoras han pecado a la hora de querer innovar en aspectos clásicos, esperamos que la desarrolladora se tome el tiempo necesario para crear una obra única, que haga disfrutar a todos y cada uno de los usuarios de Wii y que consiga, por otra parte, superarse una vez más como estudio, porque calidad no le falta.