Los juegos de terror se pusieron muy de moda al principio de los 90 y los primeros años de la siguiente década, gracias sobre todo a las sagas Resident Evil de Capcom y Silent Hill de Konami. Denominados survival horror, muchas otras compañías no quisieron perder el tren de este éxito, realizando sus propios intentos o por ejemplo recuperando al precursor del género como fue el regreso de Alone in the Dark. Un género que no estaba solo de moda en los videojuegos, sino también en el mundo del cine gracias al terror oriental de películas como The Ring o La maldición.
Aprovechando este furor por el terror en los videojuegos y el cine, Tecmo estuvo espabilada y lanzó Project Zero (conocido como Fatal Frame en Estados Unidos), una aventura terrorífica en la que había que combatir a multitud de fantasmas tan solo "armados" con una cámara de fotos, consiguiendo una ambientación como pocas veces se había visto en un videojuego, metiéndonos verdadero miedo en el cuerpo.
Lanzado en 2002 en Europa para PlayStation 2 y un año después para Xbox, en 2004 nos llegaría su continuación, Project Zero 2: Crimson Butterfly para PS2, nuevamente retrasándose un año en Xbox (2005), aunque llegaría en su versión Director's Cut con interesantes novedades.
Project Zero 3: The Tormented se lanzaba ya en 2006, en exclusiva para PlayStation 2, a las puertas de la nueva generación. Una trilogía que está considerada por muchos las mejores aventuras de terror puro que se han hecho nunca, ya que la serie Resident Evil abandonó hace tiempo el survival horror por la acción, y Silent Hill pese a sus numerosas secuelas, no ha vuelto a tener el brillo de sus primeros juegos, aunque Silent Hill: Downpour que salió hace un par de meses no está nada mal y os lo recomendamos si os gusta el género.
El terror y el miedo, al menos en los videojuegos, parece que pasó de moda, y en la actual generación de consolas son muy pocos los títulos que hemos podido disfrutar de este tipo, con decenas de juegos con toneladas de zombis –estos sí que están de moda-, y los que han conseguido crear un atmósfera terrorífica –como Dead Space- tienen que ofrecer a cambio unas buenas dosis de tiros. La serie Project Zero que cuenta con una gran cantidad de aficionados siguió adelante, pero para desgracia de los usuarios occidentales, no pudimos seguir disfrutándola.
En 2008 se lanzó en Japón la cuarta entrega en exclusiva para Wii, Project Zero 4: The Mask of the Lunar Eclipse, con el excéntrico y alocado Suda51 como director, un título que no acabamos de entender por qué no hemos podido disfrutar los usuarios europeos y norteamericanos, aunque todavía tenemos alguna esperanza de que llegue. Esto se debe al anuncio a principios de este año de Project Zero 2: Wii Edition, una nueva versión de la segunda entrega de la saga, para muchos la mejor, con diversas novedades y cambios como comentaremos en estas impresiones, que saldrá este mes de junio en Europa junto a Spirit Camera: La memoria maldita, el debut de la saga en Nintendo 3DS, el que también hemos podido probar, y que está conectado con esta entrega a través de un código incluido en el manual de instrucciones de Project Zero 2 que nos ofrece algunos extras.
No estamos ante un versión mejorada del original de PlayStation 2 y Xbox con solo pequeños cambios y mejoras gráficas, ni mucho menos, ya que se ha rehecho el juego casi desde cero, manteniendo el desarrollo y la historia, pero con sus gráficos totalmente cambiados y algunas novedades jugables. Un remake en toda regla, que para que lo entendáis mejor, es algo similar a lo que se hizo con el Resident Evil de GameCube en 2002 respecto al de 1996. La diferencia técnica entre una Wii y una PlayStation 2 evidentemente no es tan grande como lo ocurrido en aquel juego de Capcom, pero que el sistema de cámaras haya cambiado por completo y todos los modelados sean nuevos hacen que parezca totalmente diferente.
Coge el motor gráfico de Project Zero 4 y su cámara en tercera persona situada en la espalda de la protagonista, y desecha el sistema de cámaras fijas del Project Zero 2 original, lo que no solo cambia el juego visualmente, sobre todo la jugabilidad, y ha obligado a rediseñar ciertos escenarios. Es como si hubieran cogido los gráficos y la jugabilidad de la cuarta entrega y la hubieran aplicado al desarrollo y argumento de Project Zero 2, y después de haberlo probado tenemos que decir que es todo un acierto. No hace falta más que jugar a esta Wii Edition y luego echar un vistazo o jugar un rato al título de PS2 para ver el brutal cambio.
Hay muchas novedades, más o menos destacables, una de las que primero llama la atención además de su mejorado apartado gráfico en general es que se ha aumentado la edad de las protagonistas, las gemelas Mio y Mayu, pasando de ser unas niñas a unas adolescentes, lo que seguro le resultará mucho más "interesante" a una gran cantidad de jugadores. La historia por su parte seguirá siendo la misma, aunque también habrá algunas novedades, como dos nuevos finales.
"Las gemelas Mio y Mayu Amakura se encuentran perdidas en una aldea que ya no figura en los mapas; una aldea que vive en una penumbra eterna… Los espíritus de sus habitantes vagan por las calles, inquietos, en busca de gemelas como ofrenda para una misteriosa ceremonia. Las gemelas buscan el modo de salir de la aldea. Mio hace lo que puede para poner a salvo a su hermana Mayu, que cojea desde un accidente que tuvo en la infancia. No tardan en darse cuenta de que Mayu tiene una sensibilidad especial que la hace muy vulnerable a la influencia del mundo de los espíritus; está siendo poseída por el espíritu de una persona que en su día tomó parte en la misteriosa ceremonia de la aldea. A medida que las hermanas se acercan a la terrible verdad que se esconde tras El Ritual de las Sombras, su camino se entrelaza con el que tomaron otras gemelas en el pasado…".
En esta versión iremos en todo momento con una linterna, que se mueve con el Wiimote, pudiendo observar el entorno, quedando el Nunchuck para mover el personaje. Si no vamos explorando el escenario con ella, e iluminando todas sus zonas, nos podremos ver ciertos objetos. La manera de interactuar con el entorno está rescatada de la cuarta entrega, y consiste en que en diferentes situaciones dejando pulsado el botón A acercaremos la mano poco a poco para tocar o coger algún elemento del escenario. En mitad de esta acción, en cualquier momento, puede aparecer una mano fantasma, y tendremos que ser rápidos y dejar de pulsar el botón A para que no nos agarre. Si lo hace, tendremos que agitar el Wiimote rápidamente para que nos suelte, aunque habremos perdido un poco de vida.
Esto incrementa muchísimo la tensión a la hora de explorar, ya que el escenario está lleno de elementos a los que acercar la mano, muy lentamente, y una vez nos hayamos topado con alguna de estas manos fantasmas, iremos a partir de ese momento con mucho cuidado a la hora de tocar cualquier cosa. Si el simple hecho de que te pueda aparecer un fantasma en cualquier parte, o la angustiosa ambientación de los escenarios, no fueran suficientes para transmitir miedo e inquietud al jugador, además se añade esto, y el coger un simple objeto o abrir una puerta puede traer de regalo un susto.
Para los que no conozcáis la serie Project Zero, se trata de una aventura muy pausada, en la que el terror y la tensión no nos abandona ni un solo momento, teniendo que explorar los escenarios recogiendo objetos como llaves, notas escritas que nos dan pistas y más información sobre la historia, y de vez en cuando nos aparece algún que otro fantasma. En la parte superior de la pantalla nos indican en cuál de las cuatro direcciones está, y tendremos que desenfundar la cámara oscura para poder combatirlos, ya que aquí no hay ni pistolas ni armas blancas, y si los hubiera de nada nos servirían contra unos espíritus. Una cámara de fotos que dependiendo del encuadre y el tiempo que estemos enfocando al objetivo realiza más o menos daño al realizar la foto.
A lo largo de desarrollo conseguimos distintos tipos de película para la cámara, que producen más daño o reducen el tiempo de recarga, y podemos mejorar la cámara oscura con los puntos que te dan al hacer fotos a los fantasmas, ampliando el alcance, sensibilidad y otros parámetros. Los fantasmas a veces nos los podemos encontrar de sopetón, y si somos rápidos hacerles una foto, para lo que a veces solo tenemos un par de segundos. Por ejemplo nos da por mirar debajo de una cama, si no fuera suficiente la tensión que supone ver a la protagonista agacharse poco a poco y estirar el brazo, pudiendo salir una mano fantasma en cualquier momento, imaginaros lo que se supone luego ver un espectro debajo, y tener que reaccionar rápidamente para hacerle una foto, y conseguir alguna ventaja o pista.
Hay que comentar que la protagonista se desplaza bastante despacio, y aunque hay un botón para correr, ni así se mueve demasiado deprisa, lo que acrecienta la sensación de tensión, aunque también puede ser desesperante para algún jugador. Una manera de moverse también adoptada de la cuarta entrega, de la que se ha cogido toda su jugabilidad y sistema de control. Un detalle que nos ha gustado mucho y que hace un buen uso del mando de Wii, es que a lo largo del juego encontramos psicofonías, que en esta versión, se escuchan a través del altavoz del Wiimote. Si estas grabaciones ya son perturbadoras de por sí, imaginaros el escucharlas por este altavoz que distorsiona más aún el sonido, dando un resultado genial, de los pocos usos inteligentes que hemos visto a esta función del mando de Wii.
Además de cambios gráficos, finales extras y nuevas mecánicas jugables, tenemos un nuevo modo de juego: Casa embrujada. Una especie de "tren de la bruja", sobre raíles, en el que exploramos casas encantadas llenas de fantasmas con eventos aleatorios. Con el botón A pulsado andamos, si lo soltamos paramos, y moviendo el Wiimote observamos el entorno, siendo un control súper sencillo para todos los públicos. Tenemos un medidor de miedo, y si llegamos al límite acabara la partida, por lo que cuando nos cruzamos ante un fantasma hay que mostrarse impasibles y no mover el mando. Hay varios escenarios para elegir pero cada partida es diferente gracias a los eventos aleatorios, y un segundo jugador puede participar, principalmente para fastidiar al que recorre la casa embrujada. Con un segundo Wiimote puedes generar ruidos terroríficos, hacerle vibrar el mando al jugador 1, o mandarle fantasmas.
Vuelve al fin el verdadero terror
Project Zero 2: Wii Edition es un gran producto por diferentes motivos, primero porque el juego original ya lo era, y se han realizado los suficientes cambios y novedades como para que un jugador que ya disfrutó del título de PS2 y Xbox, no le vaya a importar volver a jugarlo, ya que cambia lo suficiente, en múltiples aspectos. Es muy interesante también para quienes nunca hayan probado la saga, ya que es una historia cerrada, que no continúa al primero, y fácilmente entendible. Una aventura muy interesante de las que ya no se hacen, pausada, con exploración y puzles, y sobre todo terrorífica, un género en total declive que aquí demuestra que puede ser muy interesante. Dada la sequía además de este tipo de títulos, su llegada a Wii este próximo 29 de junio -traducido al castellano como acostumbra Nintendo- nos parece perfecta, encantará a los amantes del género, y esperamos que sirva de empujón para que también llegue en un futuro la cuarta entrega inédita en Occidente.