Tras la primera entrega de Overlord, que salió para PC, PS3 y X360, donde se nos contaba la dura (pero divertida) vida de un señor del mal, sale una nueva entrega de la saga para Wii. En esta ocasión nos encontramos con una precuela que nos contará la historia del anterior overlord, el que nos cede su puesto en la primera entrega. Así, el juego nos presentará una historia totalmente nueva, pero desarrollada en el mismo mundo.
Cómo cambia el cuento
En esta ocasión, y de la mano de la misma guionista de la primera entrega, Rhianna Pratchet (hija del conocido creador de la saga de Mundodisco) la historia nos mete en los cuentos infantiles que nos leían cuando éramos pequeños. Eso sí, que nadie espere un juego para niños, ya que su guión nos presentará grandes dosis de sarcasmo y, sobre todo, mucha mala leche. Así, nos encontraremos con una Caperucita Roja muy peculiar o con unos muñecos de jengibre llenos de vida.
La premisa principal sigue intacta, eres un señor del mal que quiere ampliar sus dominios y aumentar su poder, y para ello tiene a su disposición a su grupo de esbirros que no dudará en lanzar contra sus enemigos para acabar con ellos. Como decimos, el humor de la anterior entrega sigue intacto, aunque en esta ocasión, y de cara a conseguir una clasificación por edades menor, se han eliminado ciertos aspectos, como las referencias sexuales o los momentos en que nuestros esbirros orinaban por ahí. Aún así, estas desapariciones prometen no afectar en nada al sentido del humor del título.
La principal novedad del juego radica sin duda en su control, y es que el hecho de poder manejar a nuestros esbirros con el puntero del mando de control de Wii mejora enormemente la experiencia. Así, con la cruceta elegiremos el tipo de esbirros al que queremos dar una orden (tendremos cuatro diferentes) y con el puntero le indicaremos donde queremos que vaya o con que queremos que interactúe. Esto nos da muchas posibilidades, ya que la forma de dar órdenes es tremendamente ágil y además nos permite acceder a cualquier parte del escenario, lo que hará que veamos puzles más elaborados que en la primera entrega. Pero no sólo usaremos el mando de control, sino que también haremos uso del nunchuck que nos permitirá mover a nuestro señor del mal. El control nos pareció bastante acertado, con bastantes acciones que realizaremos de manera sencilla, como atacar, o controlar la cámara. Una de las cosas que podremos hacer y que nos resultó muy divertida es coger a uno de nuestros esbirros, agitarlo (para esto moveremos el mando de control) y lanzarlo para que vaya corriendo en modo kamikaze hasta chocarse con algo y explotar.
Los esbirros: esas adorables criaturitas
Como comentábamos antes, en el juego tendremos varios tipos de esbirros, cada uno de los cuales tendrán sus propias habilidades que deberemos utilizar para avanzar por los escenarios. Por ejemplo, unos podrán nadar mientras que otros serán los únicos que podrán cruzar una zona llena de gas venenoso, por lo que tendremos que elegir bien a quien encomendamos para cada misión. Aunque su número no es definitivo, según nos contaron sus desarrolladores, en cada momento podrán acompañarnos 25 esbirros como máximo. Según vayan muriendo estas adorables criaturas, podremos reclutar a nuevas en determinados puntos del escenario, pudiendo escoger de qué tipo queremos que sean. Cuando avancemos controlando al señor del mal, nuestros esbirros nos seguirán y se dedicarán a destruir las cosas que tengan a su alrededor sin necesidad de que se lo ordenemos. Cuando les ordenemos que ataquen una cosa concreta, como un enemigo, sobre ella aparecerá un número, que nos indicará el número de esbirros que ya hemos mandado a ese objeto para así organizar mejor a nuestras tropas.
Según avanzamos por los escenarios, nos encontraremos con distintos enemigos, como bandidos u hombres de jengibre gigantes. También nos encontraremos con enemigos más importantes como jefes de nivel, y que requerirán más esfuerzo por nuestra parte para acabar con ellos, debiendo usar una estrategia adecuada para acabar con ellos. También nos encontraremos con otros personajes que nos darán información o nos pedirán ayuda. Muchos de estos personajes serán viejos conocidos de los que hayan jugado al anterior Overlord, sólo que aparecerán con unos cuantos años menos. Esto ayudará a dar mayor consistencia al mundo donde se desarrollan los juegos y fortalecer la relación entre ambos títulos.
Apartado visual
En el apartado técnico se nota que aún queda mucho trabajo, sobre todo en el tema de las animaciones. El motor gráfico es bastante sólido, con unos escenarios bastante grandes, aunque formados por zonas amplias unidas entre si por partes con forma de pasillos. En algunas zonas veíamos niebla al fondo, aunque a una distancia bastante lejana y con unos colores muy adecuados, de manera que no sólo no molestaba sino que incluso quedaba bastante bien. En general el juego luce bastante bien, aunque lo cierto es que en la versión que probamos nos encontramos con un framerate con altibajos, algo que esperemos que se solucione en la versión final. Aún así el motor nos ha parecido bastante bueno, y aunque aún queda bastante trabajo por delante, de momento promete.
Los escenarios que vimos eran bastante variados, con una zona típicamente de bosque, otra industrial y una última basada en el cuento de la casita de caramelo. La verdad es que la ambientación del juego, inspirada en los cuentos infantiles, da para mucho desde el punto de vista visual, así que habrá que ver con que otros escenarios nos encontramos. Por otra parte, nos encontramos con un modelado de personajes bastante correcto, sobre todo teniendo en cuenta que nos encontraremos con un buen número de ellos en pantalla. Es cierto que los enemigos se repetían bastante, aunque habrá que esperar a la versión final para ver si esto se mantiene.
Algo que aún flojea es el apartado de las animaciones, aunque según se nos comentó, se está trabajando en estos momentos en ellas. Y es que se nos dijo que se están trabajando en que los esbirros tengan una gran cantidad de animaciones para que resulten aún más divertidos. De cualquier modo, lo cierto es que ya nos encontramos con detalles que nos encantaron, como el momento en que uno de sus esbirros coge un objeto con sus manitas y lo lleva con cuidado a nuestro personaje, ofreciéndonoslo con ojitos de cordero degollado. La verdad es que estamos deseando ver que detalles de este tipo se le ocurren a los desarrolladores, pero a buen seguro nos darán más de una sorpresa.
Overlord Dark Legend promete llenar el hueco que existe en Wii de juegos para los jugadores habituales. Con una mecánica muy interesante, aprovecha enormemente las posibilidades del puntero de Wii, habiendo adaptado perfectamente todas las acciones a realizar en el juego al sistema de control. Además, el juego promete hacernos soltar más de una carcajada, algo que lamentablemente no es demasiado habitual en los videojuegos y que se echa en falta. Aún quedan muchos meses antes de la salida del juego, por lo que tienen tiempo para arreglar los defectillos que hay y lograr un juego mucho más redondo.